El 13 de julio no es solo una fecha en el calendario; para millones de personas en todo el mundo, representa un día de reconocimiento, visibilidad y esperanza. Esta jornada fue instituida como el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad -una afección conocida por sus siglas como TDAH- para poner bajo el foco global una condición que ha sido, históricamente, malentendida y subestimada.
La iniciativa, nacida de la confluencia de esfuerzos académicos, médicos y sociales, persigue un fin claro: brindar conocimiento y apoyo a quienes conviven diariamente con este trastorno, una condición neurobiológica crónica que generalmente se manifiesta en la infancia y a menudo persiste en la adultez.

La Organización Mundial de la Salud estima que aproximadamente el 5% de los niños y el 2,5% de los adultos en todo el mundo son afectados por este trastorno. El psiquiatra infantil, Dr. José Ángel Alda, subraya que “el TDAH no es solo una cuestión de comportamiento; es una cuestión de salud mental que afecta la capacidad de una persona para llevar una vida normal y plena”.
Las primeras referencias al TDAH datan del siglo XVIII, aunque fue en la década de 1990 cuando comenzó a ganar mayor atención en los círculos médicos y educativos.
La necesidad de un día especial para TDAH surgió de la comprensión de que, a pesar de su prevalencia, muchos pacientes y sus familias enfrentan una lucha constante contra la desinformación y el estigma. De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan reveló que casi el 50% de los padres de niños diagnosticados con TDAH se sienten incomprendidos y juzgados por sus comunidades.
El Día Internacional del TDAH invita a un diálogo abierto y empático sobre esta condición. La Dra. Patricia Quinn, autora y especialista en TDAH, señaló en una entrevista que “celebrar este día no solo es un acto de reconocimiento, sino también de empoderamiento. Nos impulsa a educar, a desmontar mitos y estigmas, y a promover políticas y prácticas inclusivas”.
Este día también sirve para recordar la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. El neuropsicólogo Russel Barkley ha enfatizado en múltiples ocasiones que “el diagnóstico temprano y la intervención adecuada pueden cambiar significativamente la trayectoria de vida de una persona con TDAH”.
Organizaciones como la Federación Mundial de TDAH y la Asociación Americana de Psiquiatría juegan un rol crucial en la visibilización de esta fecha. Estas instituciones promueven jornadas de reflexión, talleres educativos y campañas de sensibilización en medios de comunicación y redes sociales. Asimismo, brindan recursos y apoyo necesario a familias y afectados.
En nuestro país, el manejo del TDAH se aborda desde una perspectiva multidisciplinaria que involucra tanto a profesionales de la salud como a la comunidad educativa y a las familias.

Las características del sistema de salud cubano, con su caracter universal y accesible para todos los ciudadanos, facilita el diagnóstico y tratamiento del TDAH, los suelen ser realizados por un equipo de profesionales que incluye pediatras, psicólogos y psiquiatras.
Además, existe una red de atención primaria que deriva a los casos sospechosos a centros especializados en psiquiatría infantil y psicología educativa para una evaluación más detallada.
En ese sentido, las escuelas juegan un papel fundamental en el reconocimiento temprano y manejo del TDAH. Se desarrollan planes educativos individualizados para adaptarse a las necesidades específicas de cada niño, alineándose con métodos pedagógicos inclusivos, mientras que las familias tienen acceso a grupos de apoyo y a recursos educativos para aprender estrategias de manejo del comportamiento y apoyo escolar en casa.
El modelo integral y equitativo del tratamiento de esta enfermedad en Cuba también incluye investigaciones sobre el TDAH para entender mejor su prevalencia, los factores de riesgo y los métodos de intervención más efectivos. Asimismo existen colaboraciones internacionales que permiten el intercambio de conocimientos y la actualización constante con las mejores prácticas globales en el tratamiento del problema.
El Día Internacional del TDAH nos recuerda que cada historia cuenta, y que cada pequeña contribución a la comprensión y aceptación marca una diferencia. Porque más allá de las cifras, lo que realmente importa son las vidas tocadas por este trastorno y el compromiso colectivo de hacer que cada una de ellas tenga la oportunidad de florecer. (ALH)