Por Alejandro López Quintero 
A partir del próximo nueve de noviembre, la selección cubana de béisbol soñará con un resultado importante en terrenos internacionales. El premier 12 será el segundo torneo de envergadura al que los cubanos asistan con representantes de los campeonatos locales junto a peloteros con presencia en ligas foráneas.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los nuestros? ¿Qué posibilidades tienen de alcanzar una medalla?
Cuba comparte el grupo B con el campeón mundial Japón, República Dominicana, Korea, Taipei de China y Australia, sin dudas, enfrentamientos con alto nivel de exigencia.
El hecho de que estos países solo presentan a sus mejores selecciones en los clásicos mundiales, favorece, pero no puede ser un factor para confiarse. Desde su llegada a tierras coreanas los antillanos cuentan con dos victorias y una derrota en Topes amistosos con equipos locales, resultados importantes en la preparación con vistas al Premier.
En competencias anteriores, la principal deficiencia fue el desbalance entre la defensa, pitcheo y bateo, principalmente en este último departamento. En el pueblo cubano queda la ilusión de marzo de 2023 cuando volvimos al top 4 en clásicos mundiales después de 17 años, pero terminó con un sabor agridulce por la fatídica noche del 19 de marzo en el Loandepot Park de Miami, Florida, cuando Estados Unidos nos derrotó con un marcador de catorce carreras por dos, en la ronda de semifinales.
Soñar no cuesta nada. Armando Johnson y el equipo técnico necesitan lograr el perfecto empaste entre todos los factores incidentes en el terreno. Tenemos los jugadores y la calidad necesaria para alcanzar los resultados. Apoyemos a los nuestros, ellos necesitan sentir el calor de la fanaticada cubana y nosotros disfrutar de ese alegrón deportivo. Confiemos en Cuba, confiemos en que se puede revivir el pasatiempo nacional y que en Tierras asiáticas como en marzo del 2023, volverá a ser noticia el Team Asere. (LLOLL)