Hace 120 años falleció el naturalista cubano Juan Vilaró. Además de una sólida obra científica, dejó el ejemplo de un amor sin límites a la libertad de su patria.

Francisco Juan Vilaró Díaz nació en La Habana el 3 de diciembre de 1838. En 1862 obtuvo el grado de bachiller en ciencias y al año siguiente su similar en artes. En este centro se graduó como licenciado en ciencias naturales en 1867 y licenciado en medicina y cirugía en 1868. Estuvo entre los discípulos predilectos de Felipe Poey.

La Sección de Ciencias del Liceo de Matanzas le nombró socio corresponsal en La Habana el 25 de diciembre de 1865. En el Anuario de esta institución publicó el artículo “Apuntes zoológicos”, en 1866. También colaboró con la revista El Liceo.

Defensor de la libertad cubana, emigró durante la guerra del 68. En suelo extranjero participó en actividades dirigidas a la recaudación de fondos y la organización de expediciones. Regresó a Cuba después del Zanjón y se reintegró a sus actividades científicas.

Fue electo en 1868 miembro de número de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana. Parte de su obra se publicó en los Anales de esta corporación. Fue socio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana desde 1878, donde sobresalió por una intensa actividad.

Obtuvo el grado de doctor en ciencias naturales en 1880. Ese propio año se le nombró catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la Habana. Impartió varias asignaturas, como zoología, fisiología vegetal y anatomía comparada, entre otras.

Ha sido reconocido por sus trabajos dirigidos a la utilización sostenible y la conservación de los recursos naturales cubanos. Se destacan sus criterios acerca de la pesca y la veda de especies como la langosta. También participó en la elaboración de una ley de caza adaptada a las condiciones cubanas.

Vilaró formó parte de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba. Integró, como socio corresponsal, diferentes instituciones extranjeras. Entre ellas la American Ornithologists Union de Nueva York, la Sociedad Entomológica de Francia, la Sociedad Española de Historia Natural, la Sociedad de Amigos del País de Zaragoza y la Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona.

Colaboró en publicaciones de Matanzas, Santiago de las Vegas y San Antonio de los Baños, así como en revistas científicas y periódicos de La Habana. Sobresalen los aparecidos en el Repertorio Físico Natural de la Isla de Cuba, El Siglo, Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana, Revista de Cuba y La Enciclopedia.

Entre las obras que publicó aparecen Apuntes sobre la fauna de Cuba (1884), Apuntes de fisiología vegetal para el curso de botánica que explica en la Universidad de La Habana (1890), Discurso pronunciado en la solemne apertura del curso académico de 1890 a 1891 (1890). Su libro Nociones de historia natural (1904), fue utilizado como texto para la enseñanza por varios años.

En 1895 emigró a EE.UU., donde fundó la Revista de Cayo Hueso para defender la causa de la independencia. En el último número de esta publicación escribió en 1898: “Cumplimos simplemente nuestro deber dando a Cuba-cubana cuanto más pudimos y lo mejor que teníamos”. Al volver después de la guerra se le designó catedrático de botánica descriptiva en la Universidad de La Habana.

Juan Vilaró, científico y patriota cubano, falleció en La Habana el 4 de octubre de 1904.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *