El crimen de Barbados, ocurrido el 6 de octubre de 1976, continúa causando un profundo dolor entre los cubanos.
A su repulsa se unió este viernes la condena al terrorismo israelí contra pueblos como el palestino, el libio y el iraní, en encuentros organizados en centros del deporte cubano.
A 48 años del abominable acto terrorista, alumnos, profesores, entrenadores y personal en general de las escuelas superiores de formación de atletas de alto rendimiento (Esfaar) recordaron con dolor la pérdida de 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco norcoreanos, a bordo de un vuelo de Cubana de Aviación.
«Entre las víctimas se encontraban jóvenes promesas de la esgrima cubana, quienes regresaban triunfantes de un campeonato en Venezuela», dijo en la Esfaar Giraldo Córdova Cardín la jefa del departamento de Ciencias Sociales, Idalia García.
«Este acto de terrorismo no solo truncó vidas, sino también sueños y aspiraciones, y los autores intelectuales del sabotaje nunca enfrentaron la justicia. Cuba honra a las víctimas y reafirma su compromiso contra el terrorismo de estado», amplió.
El pase de lista simbólico de los atletas, entrenadores y directivos fallecidos a consecuencia de la explosión y un minuto de silencio en honor a ellos y a todas las víctimas del terrorismo signaron ambos encuentros.
En la Esfaar Cerro Pelado, el acto inició con la colocación de una ofrenda floral a los Mártires de Barbados por atletas de la preselección nacional de esgrima.
Allí participaron familiares, compañeros y amigos de algunos de los mártires y campeones olímpicos y mundiales.
También presente, una representación de estudiantes de Palestina que se forman en Cuba, en nombre de los cuales el futuro médico Ihab Masar habló sobre la situación extrema que vive su pueblo, cuya pérdida en el conflicto asciende a más de 12 700 muertos.
El vil sabotaje de Barbados, ejecutado con la anuencia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de los Estados Unidos, es conmemorado anualmente con peregrinaciones y actos de repudio, manteniendo viva la memoria de aquellos que perecieron, y ponderando la paz y la justicia.
(Víctor Vitaliano Báez y Tony Díaz/JIT)