En las últimas décadas del siglo XIX sobresalió en Matanzas el médico Eduardo Díaz Martínez. También se destacó por su desempeño como educador.

Guamutas, hoy Martí, fue el lugar donde nació José Eduardo Díaz Martínez, el 11 de marzo de 1854. Inició sus estudios en La Habana, pero estos se vieron interrumpidos al viajar con su familia a España. En este país alcanzó el título de bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de Gerona, en 1873.

En un primer momento se graduó como doctor en ciencias. Después obtuvo el grado de licenciado en farmacia el 26 de junio de 1886, y en medicina y cirugía el 11 de septiembre de 1886, ambos en la Universidad de La Habana. Recibió el grado de doctor en medicina y cirugía el 4 de abril de 1891, en la misma institución.

Laboró como médico en su pueblo natal y más tarde fue auxiliar del doctor Domingo L. Madan en el Dispensario de Niños Pobres. Al morir Madan en 1898, lo sustituyó como director de este centro sanitario, cargo que ocupó hasta 1900. En 1897 ambos obtuvieron el Premio Presidente Gutiérrez por un estudio acerca de las fiebres cubanas.

Fue electo corresponsal en Matanzas de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, el 29 de enero de 1891. Acerca de su ingreso a esta institución, el doctor Guillermo Benasach expresó: “…esta Real Academia, al premiar la laboriosidad de tan distinguido comprofesor, demuestra una vez más que nuestras puertas están siempre abiertas para todos aquellos, que amantes del trabajo y de nuestro progreso, desean contribuir con sus nobles y desinteresados esfuerzos al adelanto de las ciencias en nuestro país…”.

Formó parte de otras instituciones científicas. El 4 de febrero de 1891 ingresó como socio corresponsal en la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana. Ese mismo año, el 29 de junio, fue electo miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País. Representó a Cuba en el Deuxième Congrès International de l’Hypnotisme Expérimental et Thérapeutique, celebrado en Francia en 1900.

Su bibliografía médica incluyó: La gota vesical (1891), El hipnotismo y la sugestión (1892) y Estadística demográfica de la ciudad de Matanzas (1892). Otros trabajos que realizó fueron Consideraciones sobre la fiebre amarilla y el paludismo (1897) y Estudio sobre las fiebres en la isla de Cuba (1899). Con los médicos Domingo L. Madan y Félix de Vera publicó La marcha invasora del paludismo urbano en sus relaciones con la fiebre tifoidea (1897).

Acerca de su labor docente hay que destacar que en 1883 obtuvo la Cátedra de Anatomía, Fisiología e Higiene, y Agricultura, en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas. En este centro fue además secretario y después director, entre 1895 y 1904. Estuvo entre los asistentes en la excursión de maestros cubanos a la Universidad de Harvard en 1900.

Durante su período como director se empeñó en la conformación de la biblioteca del centro. También realizó una ardua labor para consolidar de forma definitiva el Museo de Historia Natural, que fue gloria de Matanzas. Publicó varios libros de texto, como Ligeras nociones de historia natural; para uso de los alumnos de la asignatura (1884). También fue autor de Programa de agricultura (1896) y Ciencias naturales (1902).

Eduardo Díaz tuvo una activa vida política. Se desempeñó como gobernador provincial de Matanzas entre 1898 y 1899. Fue miembro de la Cámara de Representantes entre 1904 y 1908.

Radicado en La Habana, pasó a la categoría de académico numerario de la Academia de Ciencias el 13 de septiembre de 1904. En esta ciudad murió el 22 de octubre de 1911. (ALH)

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