Al fundarse la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, el 19 de mayo de 1861, el médico Nicolás José Gutiérrez se sintió muy feliz. Era el logro de un sueño de 35 años.
El destacado médico cirujano Nicolás José Gutiérrez Hernández, nació en La Habana el 10 de septiembre de 1800. Aprendió las primeras letras en una escuela del barrio de la Merced. En 1817 ingresó en el convento de San Juan de Letrán, donde se graduó en 1820 como Bachiller en Artes.
Con una acentuada vocación por la medicina, desde 1819 se vinculó al Hospital Militar de San Ambrosio. Allí hizo un curso práctico de anatomía, fisiología y química, en el cual sobresalió por la solidez de sus conocimientos.
Se graduó de doctor en medicina en 1827, en la Universidad de La Habana. Ese mismo año fue nombrado director anatómico del Hospital Militar de La Habana. Fue médico de cabecera del Obispo de La Habana Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa. Tras la muerte del prelado en 1828, confeccionó su mascarilla mortuoria y embalsamó su cadáver.
Miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, fue secretario de la Sección de Educación entre 1828 y 1829. Entre 1830 y 1836 se desempeñó como catedrático de Anatomía General en la Universidad de La Habana. En 1831 fue nombrado Profesor de Anatomía Descriptiva en el Hospital Militar.
Gutiérrez permaneció en Francia de 1836 a 1837. En este país realizó estudios con el célebre cirujano Alfred-Armand Velpeau. Tras ese viaje introdujo en Cuba el estetóscopo y la auscultación para diagnosticar enfermedades respiratorias y circulatorias. Además, se le nombró Cirujano Mayor del Hospital Militar.
Como cirujano su labor fue pionera en muchos aspectos. Fue el primero en practicar la litotricia, extirpar pólipos uterinos y emplear el método de Ricord para la curación de la sífilis. También fue pionero en efectuar la tenotomía del pie equino y en hacer la ligadura de las arterias radial e iliaca interna y externa en los casos de aneurismas. Se le reconoce también la prioridad en el empleo de fórceps en los partos.
Otras técnicas que utilizó por vez primera en Cuba fue el tratamiento de la hidrocele por medio de la inyección de tintura de yodo, así como el embalsamamiento por el método de Gannal. Participó en la primera operación donde se administró cloroformo como anestesia quirúrgica. Tuvo la prioridad en operar abscesos del hígado, realizar rinoplastias, la cura de la hernia inguinal y el empleo del vendaje inamovible de fracturas.
Dio a conocer en 1840 la primera revista cubana dedicada exclusivamente a la medicina: Repertorio Médico Habanero. Por esta razón se le consideró el fundador de la prensa médica cubana.
Desde 1823 defendió la creación de una sociedad médica en La Habana. Tres años más tarde ese propósito se convirtió en la intención de establecer una Academia de Ciencias. Durante 35 años persistió en la idea, junto a un grupo de colegas, a pesar de la falta de apoyo de las autoridades coloniales.
El 19 de mayo de 1861 se fundó la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, el mayor proyecto científico cubano hasta ese momento. En la sesión inaugural Gutiérrez fue electo como presidente fundador de esta institución, cargo para el cual fue constantemente reelegido hasta su fallecimiento.
En premio a sus afanes, en 1863 la Real Academia lo reconoció con la condición de Miembro de Mérito. También fue Rector de la Universidad de La Habana, entre 1879 y 1880. Por su labor científica recibió numerosas distinciones, entre ellas la Gran Cruz de Isabel la Católica en 1883. En 1887 fue nombrado vicepresidente del Congreso Médico Internacional, celebrado en Washington, Estados Unidos.
Fue Socio de Honor de la Sociedad de Estudios Clínicos, del Centro Médico-Farmacéutico de Cienfuegos, y de las sociedades económicas de Santiago de Cuba y La Habana. Integró varias instituciones extranjeras, como la Accademia dei Lincei, de Roma; la Academia de Ciencias de Nueva Orleáns, y la Academia de Cirugía de Madrid.
Dio a conocer una amplia bibliografía médica, sobre todo en los Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. También publicó los libros Breve manual de medicina operatoria (1839) y Curso de Anatomía al alcance de todos dado en el Liceo Artístico y Literario de la Habana (1847).
Nicolás José Gutiérrez falleció en La Habana el 31 de diciembre de 1890, a los 90 años. Dejaba el ejemplo de una larga vida fructífera para la ciencia y para la patria, pero la mejor obra fue su hija más querida: la Real Academia de Ciencias de La Habana. (ALH)