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Este lunes Brasil celebra los 52 años de la primera conmemoración del Día de la Conciencia Negra por organizaciones sociales: una fecha imprescindible para el rescate de la memoria histórica en América Latina.
El Día de la Conciencia negra solo se celebra en Brasil, y la fecha para reivindicar la resistencia colectiva de la población negra rescata las figuras de Zumbi dos Palmares y Dandara dos Palmares.
El Quilombo dos Palmares -el lugar en el cual se refugiaban de la explotación a los que eran sometidos los esclavos en las plantaciones y en donde estas figuras históricas defendieron su identidad y rebeldía- representa casi 100 años de resistencia contra el sistema europeo de colonización esclavista.
En 1971, en Río Grande del Sur, se utilizó la fecha de la muerte de Zumbi dos Palmares, el 20 de noviembre de 1695, como marca simbólica de la lucha colectiva de la población negra en Brasil.
La trayectoria del líder del Quilombo dos Palmares inspiró la creación de un momento que recordara la lucha contra el racismo en el gigante suramericano, aunque por las autoridades gubernamentales y la institucionalidad la fecha solo se reconocería en el calendario del país en 2011.
En un artículo periodístico la autora Nara Lacerda valoró que “a más de 100 años después del fin de la esclavitud, la marginación del pueblo afrodescendiente es parte de la realidad. El racismo es una marca colonial persistente. En este contexto, Palmares es visto como símbolo de la posibilidad real de una comunidad con economía propia y vida independiente del pensamiento y del poder colonizador”.
Día de la Conciencia Negra
Este 20 de noviembre Brasil se erige denunciando el racismo.
El movimiento Coalición Negra por los Derechos en un llamado por la concientización de esta fecha anunció que este es “un día de movilización, resistencia y lucha”.
“¡En el Día de la Conciencia Negra, la Coalición Negra por los Derechos llama a la población a las calles! ¡Por comida, empleo, vivienda, respeto por la fe y las comunidades tradicionales! ¡Es por la vida de los negros!”, subrayó.
Los colectivos señalan que el racismo estructural en el país alcanzó su cúspide con el Gobierno de Bolsonaro. En los dos primeros años de ese régimen, el hambre aumentó un 27.6 por ciento.
“Más de la mitad de la población brasileña, o 116.8 millones de hombres, mujeres y niños, se encuentran actualmente en situación de inseguridad alimentaria. La mayoría son negros: son el 10.7 por ciento de los que no comen”, indicaron.
Según el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, bajo el régimen de Bolsonaro, más de 220.000 personas negras perdieron sus hogares, es decir más del 140 por ciento que hace una década, y hay un 17.8 por ciento de personas negras desempleadas. (ALH)
