En 1923, el médico cubano Matías Duque Perdomo publicó Nuestra Patria. Lectura para niños, un libro concebido desde el más puro patriotismo.

El médico Matías Duque Perdomo, nacido en San Antonio de los Baños, el 22 de agosto de 1869 y fallecido en La Habana, el 24 de febrero de 1941, ocupa un lugar destacado en la historia de la medicina cubana. Ejerció en Cárdenas y Lagunillas y se dedicó a estudiar la lepra y otras enfermedades infecciosas. Peleó en la Guerra del 95 y alcanzó el grado de coronel.

Foto de Matías Duque en el libro Nuestra Patria. Lectura para niños. Archivo del autor.

El 11 de enero de 1909, fecha en que se creó en Cuba la Secretaría de Sanidad y Beneficencia por el presidente José Miguel Gómez, Matías Duque se convirtió en el primer secretario (ministro) de salud de Cuba y del Mundo. Escribió una amplia cantidad de trabajos dedicados a su especialidad médica. Pero, además, debe ser recordado como autor de un libro dirigido a la formación patriótica de los escolares cubanos.

El libro

Nuestra Patria. Lectura para niños tuvo una primera edición en 1923 y se reeditó en 1925. En la segunda edición aparecen una “Dedicatoria” y el “Prólogo”, que está escrito por el Dr. Enrique Hernández Cartaya. Le siguen unas “Notas biográficas del Dr. Matías Duque”, cuyo autor es Federico Castañeda. Además, posee un “Prefacio” y la “Introducción”. Le siguen después 26 capítulos.

En la “Introducción”, Matías Duque escribió:

“Este libro lo inspira mi fe patriótica y lo dedico a los niños de mi Cuba, y aunque en este momento mismo en que la pluma corre sobre el papel, a mi Patria amada la azota un vendaval político tremendo, tengo la seguridad de que los patriotas de Cuba sabrán sacrificarse, y por eso soy optimista y se reafirma en mí la creencia de que Cuba saldrá de esta tremenda crisis, vigorosa y plena de entusiasmo, y la República vivirá y vivirá para siempre, mostrando al mundo la gloriosa bandera de Yara y Baire…”.

Portada del libro Nuestra Patria. Lectura para niños. Archivo del autor.

En los primeros seis capítulos se abordan temas relativos a la noción de la patria y el patriotismo. Dan fe los títulos de cada uno de ellos: “I.—¿Qué es la Patria?”, “II.—Los enemigos de la Patria” y “III.—De los peligros extraños a la Patria”. Les siguen los dedicados a los símbolos patrios: “IV.—La Bandera”, “V. —La jura y el saludo a la bandera” y “VI.—El Escudo”.

Seguidamente, Matías Duque expuso, en breve síntesis, la historia de Cuba, con énfasis en las guerras de independencia. Así aparece en los capítulos del siete al once. Estos se titulan: “VII.—Cómo se formó la patria cubana”, “VIII.—Anécdotas de la guerra de los Diez Años”, y “IX.—Algunos combates de la guerra de los Diez Años”. Después aparecen “X.—Nueva política cubana”, que recoge el acontecer de la Tregua Fecunda y el “XI.—Nueva sublevación de los patriotas cubanos”, dedicado a la Guerra del 95.

Después aparecen varios capítulos dedicados a figuras relevantes de nuestra historia. Algunos están dedicados por completo a patriotas mambises, como el “XII.—Antonio Maceo” y el “XIII.—General Máximo Gómez”. Otros son de carácter colectivo. En este caso están: “XIV.—Anécdotas patrióticas.—Guerra de Independencia, 1895”, “XV.—Los Médicos”, “CAPITULO XVI.—Patriotas cubanas” y “XVII.—Patriotas no combatientes”.

El contenido restante del libro se distribuye en capítulos sobre temáticas disímiles. Por ejemplo, los capítulos “XVIII.—Enseñanza pública” y “XIX.—La Política”. También el “XX.—La intervención americana en Cuba”, donde dedicó un espacio a “La Enmienda Platt”. En este reconoció que este apéndice había sido impuesto a los cubanos y “…nos coloca en situación de disminución, como nación independiente y soberana”. Además, fiel al sentimiento enmarcado en la necesidad de la “virtud doméstica” para anular esta imposición, añadió:

“…los patriotas cubanos podrían hacer inútil la Enmienda Platt. Podrían suprimirla de hecho, aunque no de derecho; ello sería fácil, si los cubanos amaran intensamente a la Patria y cumplieran los deberes del patriota”.

Otros capítulos que forman el libro, son “XXI.—Las industrias de la patria”, “XXII.—Música, bailes y cantos populares” y “XXIII.—Poesía”, donde se incluyeron 13 poemas. Le continúan “XXIV.—Descripción de Cuba”, con aspectos de la naturaleza del país; “XXV.—Pensamientos sobre la Patria” y “XXVI.—La República de Cuba”.

Anuncio sobre el libro Nuestra Patria. Lectura para niños, publicado en el Diario de la Marina. Archivo del autor.

Además de estos contenidos, Nuestra Patria. Lectura para niños se caracterizó por estar concebido a manera de diálogo entre un padre y su hijo. De esta forma se establece una concepción didáctica que en determinados momentos alcanza una plenitud de belleza y patriotismo. Véase este caso:

“Hijo: Papá, ¿únicamente son patriotas los que defienden a la Patria en los campos de batalla?”.

“Padre. —No, hijo mío: patriotas son todos los que aman a la Patria, todos los que la enaltecen, todos los que la sirven con amor y con abnegación; lo mismo se le sirve con el servicio militar que con otro de cualquier orden que sea. Cualquier acto que realice un hombre por el que la Patria adquiere solidez en sus instituciones, prestigio y gloria ante el mundo, es un rasgo de patriotismo”.

Patriotismo cubano

En el capítulo dedicado en Nuestra Patria. Lectura para niños a los “Patriotas no combatientes”, Matías Duque mencionó figuras de la ciencia como Felipe Poey, Carlos J. Finlay y Joaquín Albarrán. También varios matanceros. Sobre un destacado médico, nacido nuestra ciudad, planteó:

Juan Guiteras, hijo de Matanzas, amante siempre de la libertad de Cuba, elevó a gran altura su nombre como profesor de la Universidad de Pennsylvania”.

Foto de Juan Guiteras en el libro Nuestra Patria. Lectura para niños. Archivo del autor.

Acerca del cardenense Néstor Ponce de León, destacó:

“New York fue la ciudad elegida por él para pasar su amargo destierro, y des de allí prestó a la causa de la guerra todo su valor y Néstor Ponce de León toda su influencia; allí desempeñó el puesto de secretario general de la junta revolucionaria cubana, y cuando la bandera de los cubanos se plegó en el pacto del Zanjón, él la dejó ondear en su domicilio en New York: para él no hubo pacto; Cuba fue siempre libre, como libre fue su conciencia de hombre que amó la justicia, que amparó al desgraciado y puso por encima de todo el amor a la tierra cubana que meció su cuna entre mimos y riquezas”.

Foto de Néstor Ponce de León en el libro Nuestra Patria. Lectura para niños. Archivo del autor.

Otro yumurino apareció citado como ejemplo de patriota fue el naturalista Carlos de la Torre y Huerta:

“Matancero, estudioso, que heredó de su maestro el Dr. Felipe Poey sus condiciones de investigador naturalista, que ha llenado y llena con su nombre de sabio las páginas más brillantes de la civilización, fue un patriota que siempre soñó con Cuba, con su libertad, con su independencia; hizo cuanto pudo para constituir la República, y hace lo preciso para que ésta viva siempre mantenida por el amor de los cubanos y por las virtudes públicas y privadas de ellos”.

Foto de Carlos de la Torre en el libro Nuestra Patria. Lectura para niños. Archivo del autor.

En otra parte del libro se elogió la vida y obra del colombino Eusebio Hernández:

“El Dr. Eusebio Hernández, hijo de la provincia de Matanzas, estudió en París su carrera de médico; su labor de estudiante y su inteligencia nada común lo hicieron sobresalir en la Universidad de aquella capital. Si él hubiera querido tener un puesto prominente en la colonia, en Cuba esclava, él lo hubiera tenido fácilmente; pero hombre demócrata y de gran espíritu, amó más la libertad de Cuba que cualquiera otra cosa, y por eso se le ve figurar en la emigración al lado de Maceo y al lado de Martí, y cuando la revolución de 1895 llamó a los cubanos al combate, él acudió a los campos de la revolución, y allí luchó con afán por Cuba libre, alcanzando el grado de general”.

Foto de Eusebio Hernández en el libro Nuestra Patria. Lectura para niños. Archivo del autor.

El libro Nuestra Patria. Lectura para niños, fue un meritorio servicio patriótico que hizo a Cuba el médico Matías Duque. Fue utilizado en las escuelas públicas cubanas, por varios años, como lectura complementaria para la asignatura Moral y Cívica. Es un ejemplo de exposición didáctica en función de la educación patriótica de la niñez cubana que, en muchos aspectos, aún mantiene su vigencia.

0 comentario sobre «Nuestra Patria, un libro para los niños cubanos»
  1. Excelente trabajo, vivo en Lagunillas y desconocía ese dato del doctor Matías Duque. Gracias maestro Luis Ernesto por ayudarnos a descubrir la historia.

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