Virago se titula la exposición inaugurada la víspera en la casa social de la UNEAC, en Matanzas. En la esencia de la palabra virago “yace la fuerza de un río indomable que talla su camino a través de la tierra, imagen que evoca a una mujer valiente y poderosa, desafiante de convencionalismos”, expresa la joven fotógrafa Karla González Horta, autora de estas imágenes, en las palabras al catálogo.
El sustantivo que da título a la muestra se refiere a determinadas características masculinas atribuidas a lo femenino. Se les llamaba así, en todo despectivo, a las féminas que se mostraban fuertes y se imponían a la sociedad.
Lo que siglos precedentes significaba una transgresión de género cultural, hoy vuelve a nuestros ojos mediante fotografías que ubican a la mujer en su justo lugar, con sus preocupaciones, sueños y retos de la actualidad.

Una suerte de metáfora se esconde en los cuadros y la instalación que contiene la exposición, piezas que devienen continuación de la serie expuesta por González Horta en marzo último en la sede de la ACAA, con el título Entre mi piel y el vacío.
Con la curaduría de Adrián Gómez Sancho, Virago, al decir de Karla, “cuenta las historias de esas guerreras modernas, mujeres cuyas vidas se entrelazan desde los hilos de la vulnerabilidad, con la fortaleza de aquellas que vinieron antes, creando un lazo de coraje y belleza en constante trasformación”.
La joven artista, con evidentes muestras de nerviosismo, alcanza a agradecer a quienes han tenido que ver con la inauguración de esta muestra fotográfica.
“Tengo muchas personas a las que agradecer, son muchos los que me han apoyado, por ejemplo, mis compañeros de la galería provincia, a mi esposo, Dairon Jiménez, a Adrián Gómez Sancho, por la curaduría, a Yamila Gordillo y Vilma Roque por la inmensa ayuda, a Marisley Martínez Junco por estar siempre, a Moji, a la UNEAC por el espacio. Sin ellos hubiera sido imposible. Esto es resultado de un trabajo en equipo”.
Karla González Horta ha participado en varios salones y exposiciones, entre ellos el José Ramón Fundora, de la UNEAC y el de Máscaras, de la ACAA, en el que mereció menciones de la Asociación y la Casa de la Memoria Escénica por la serie Metamorfosis. (LLOLL)