Esta decisión no solo revolucionó la estética, sino que inauguró una era en la que las pantallas comenzaron a dominar el interior de los coches, extendiéndose como una moda que hoy marca la industria. Sin embargo, esta obsesión por las superficies digitales está comenzando a enfrentar resistencia: los fabricantes parecen haber comprendido que, al volante, la practicidad de un botón físico es difícil de superar.
La revalorización de los controles tradicionales ha sido impulsada, en parte, por estudios de seguridad. Euro NCAP, una de las instituciones más influyentes en la evaluación de riesgos automotrices, advirtió sobre los peligros asociados al uso exclusivo de pantallas. Mientras algunas marcas reconsideran el regreso de los botones, otras ya están mirando más allá de las pantallas táctiles. En este contexto, Hyundai y la compañía alemana Zeiss se han unido para llevar los avances tecnológicos al siguiente nivel: el desarrollo de parabrisas con pantallas holográficas integradas, cuya producción en masa está prevista para 2027.
Hace varios años que los fabricantes experimentan con los llamados HUDs (Head-Up Displays), sistemas que proyectan información directamente en la línea de visión del conductor, evitando distracciones. Estos dispositivos suelen mostrar datos como la velocidad del vehículo, alertas de distancia con otros coches y flechas de navegación en tiempo real. Al situarse entre el volante y la carretera, los HUDs proporcionan datos esenciales sin necesidad de apartar la vista del camino. Sin embargo, Hyundai pretende llevar este concepto mucho más lejos.
La alianza con Zeiss busca expandir la superficie de proyección holográfica a toda la parte inferior del parabrisas, mostrando desde el estado del vehículo hasta las rutas de navegación y elementos del sistema de entretenimiento. La idea es reducir la dependencia de las pantallas tradicionales en el tablero y trasladar toda la información relevante al campo visual directo del conductor.
Durante una demostración reciente en Alemania, ambas compañías destacaron la delgadez del material óptico que permitirá esta proyección avanzada: una película transparente de apenas 100 micras. Según Zeiss, esta tecnología ayudará a «aumentar la seguridad al volante, ya que los conductores podrán ver toda la información a la vez sin apartar la vista de la carretera». Además, la película se adaptará dinámicamente a las condiciones de luz externa, ofreciendo una experiencia optimizada para cualquier momento del día.
Sin embargo, la propuesta también plantea desafíos. Aunque la información estará en la línea de visión del conductor, mirar hacia los extremos del parabrisas para acceder a datos secundarios podría resultar poco seguro en determinadas circunstancias. La industria todavía deberá encontrar un equilibrio entre cantidad de información y seguridad.
El proyecto de Hyundai y Zeiss no es un experimento aislado. Varias marcas están desarrollando tecnologías similares para transformar la interacción entre el conductor y el vehículo. En 2023, BMW presentó su i Vision Dee, un coche conceptual que combina hologramas y sistemas de inteligencia artificial. Por su parte, Ford trabaja en su sistema HoloFlekt, mientras que Nissan también explora el potencial de los hologramas aplicados a la cabina de los vehículos.
Además de reimaginar el interior del coche, Hyundai contempla aplicar esta tecnología en el exterior. Jung Soo-kyung, vicepresidente ejecutivo de la división de electrónica de la compañía surcoreana, comentó que la colaboración con Zeiss abrirá nuevas oportunidades, incluyendo pantallas holográficas exteriores y luces traseras en 3D. Aunque estas ideas aún se encuentran en fase de desarrollo conceptual, sugieren un cambio profundo en la forma en que los vehículos se comunicarán con su entorno y otros conductores.
El camino hacia esta nueva era tecnológica no está exento de obstáculos. Hyundai ha señalado que una de las principales dificultades es la miniaturización de los componentes y la disipación del calor generado por los sistemas de proyección. Resolver estos desafíos será clave para que las pantallas holográficas puedan ser integradas sin comprometer la eficiencia ni la seguridad del vehículo.
Con el objetivo de iniciar la producción en masa en 2027, Hyundai y Zeiss trabajan contrarreloj para afinar los detalles de esta tecnología. Si bien aún no se ha mostrado un prototipo final del sistema, ambas compañías afirman que los avances recientes sugieren un impacto significativo en el diseño de las cabinas del futuro. Las advertencias que hoy aparecen en el cuadro de instrumentos pronto podrían proyectarse directamente en el parabrisas, ofreciendo una experiencia de conducción más intuitiva y envolvente. (ALH)
Tomado de Cubadebate