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El Gobierno de Italia declaró el estado de emergencia en la isla de Ischia, ubicada a la entrada del Golfo de Nápoles, tras los deslaves de tierra ocurridos el domingo 27 de noviembre sobre edificaciones y vías, que provocaran varios muertos y desaparecidos.
Los deslaves, consecuencia de las fuertes lluvias, inundaron casas y arrastraron todo a su paso hacia el mar, por lo que el gobierno italiano destinó fondos a la isla, al sur de la península, para la búsqueda de desaparecidos, la asistencia primaria a los hogares afectados por el desastre y las personas heridas, y para las labores de recuperación.
“Para la ejecución de las primeras intervenciones urgentes, de socorro y asistencia a la población y el restablecimiento de la funcionalidad de los servicios públicos e infraestructuras de la red estratégica, se han destinado 2.000.000 de euros del Fondo Nacional de Emergencias”, expresa el documento.
En el municipio de Casamicciola, el más afectado por la tragedia, más de 200 especialistas de la protección civil y la policía participan en las labores de rescate y salvamento, mientras cientos de voluntarios limpian las calles hundidas por la tierra húmeda. (ALH)
