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En la histórica ciudad de Santiago de Cuba, se alza impetuoso un conservado edificio de estilo colonial, conocido por todos como el Cuartel Moncada.
La ahora Ciudad Escolar, fue el escenario de un acontecimiento trascendental en la cronología independentista del país: el asalto del 26 de Julio de 1953, considerado por los cubanos como el punto de partida de la Revolución.
Desde pioneros hasta universitarios, estudiamos su significación para nuestra historia. Entonces ¿Por qué no ahondar en sus datos menos conocidos?
1. Moncada no fue su primer nombre… Y es que este majestuoso del siglo XIX originalmente se llamó “Cuartel Reina Mercedes”, en honor a María de las Mercedes de Orleans y Borbón, quien fuera la primera esposa del rey Alfonso XII de España. Muy querida por los gallegos, su muerte prematura en 1878 generó un gran impacto y como muestra de respeto, varios edificios fueron nombrados en su honor. ¡Y vino como anillo al dedo para reflejar la creciente relación Cuba-España!
2. ¿Y por qué Moncada? Guillermón Moncada fue un destacado general del Ejército Libertador. Por ser partícipe en actividades “subversivas” como la preparación del plan Gómez-Maceo (1884-1886) y la Paz del Manganeso, el régimen español lo mantuvo preso en el para ese entonces Cuartel Reina Mercedes, desde el 1 de diciembre de 1893 hasta el 1 de junio de 1894. Habitar en ese calabozo frío durante seis meses, provocó que este hombre robusto y saludable contrajera una terrible tuberculosis que lo condujera más tarde a una dolorosa muerte. Es por ello que en años posteriores, las autoridades de la Cuba republicana decidieron renombrar el edificio militar en su honor.
3. En este Cuartel se izó la bandera del imperio yanqui por vez primera en territorio cubano. Esta fue conocida también como la primera intervención de los Estados Unidos en nuestro país, quien poseyó sus muros desde la capitulación de la ciudad el 1 de julio de 1898.
4. Se dice que en 1937 las propias autoridades del enclave militar provocaron un incendio que destruyó gran parte del inmueble. ¿Con qué objetivo? Nada más y nada menos que el de obligar a la Cámara de Representantes a destinar dinero para su modernización. ¡Y lo lograron! Con una partida de 100 mil pesos (una cifra astronómica en esos tiempos) llevaron a cabo la modernización del lugar. Un año después, un nuevo Cuartel reabría sus puertas, con mejores condiciones y mayor amplitud. Contaba ahora además, con un cine, un club de oficiales, una casa para el jefe del regimiento y otras comodidades. Seguramente para los incendiadores esa fue, sin dudas, una tremenda jugada…
5. El establecimiento “alojó” a figuras buenas y malas de nuestra historia. Sus mazmorras sirvieron como cárcel para héroes cubanos desde la Guerra de los 10 Años hasta 1959: Juan Gualberto Gómez, Demetrio Castillo Duany, Pedro Ivonet, Antonio Guiteras… Paralelamente y con mejor suerte, albergó a connotados asesinos del régimen como Arsenio Ortiz y el Chacal de Oriente, Alberto del Río Chaviano. ¡Qué merecido hubiese sido el intercambio de sus suertes!
