De personalidad atrayente e incansable, la influencia del francés Georges Cuvier en la ciencia de su tiempo aún se mantiene en el siglo XXI.
Al nacer en Montbéliard, el 23 de agosto de 1769, recibió el extenso nombre de Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert Cuvier. Fue conocido como Georges Cuvier, barón de Cuvier, o simplemente por su apellido, que es referencia frecuente en la biología y geología actuales.
Recibió la primera educación de su propia madre y en el seno familiar. Después estudió en la escuela Karlsschule, en Stuttgart. Más tarde ejerció como profesor particular y comenzó a interesarse en los invertebrados marinos. Se radicó en Normandía y allí ganó fama como naturalista.
En 1795 ingresó como asistente en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia. Comenzó así una extensa y fructífera carrera científica, que lo convirtió en el mayor experto mundial en anatomía animal. Ya en 1802 ocupó un puesto de profesor en la cátedra de anatomía comparada de esa institución.
Fue el primer naturalista que clasificó los animales, según su estructura, en cuatro grupos básicos: vertebrados, moluscos, articulados y radiados. En esta propuesta tuvo en cuenta su esencia estructural o morfológica, en estrecha relación con el aspecto funcional.
Como paleontólogo formuló el principio de correlación, concepto central de la anatomía comparada, que le permitió reconstruir esqueletos completos de animales fósiles. Este aporte aún está vigente en la biología actual.
Elaboró una historia de la Tierra basada en el fijismo y el catastrofismo, donde planteó que el planeta había sufrido sucesivas catástrofes. En ellas se habrían producido extinciones masivas de especies que eran sustituidas por otras nuevas, procedentes de regiones que se habrían salvado de la catástrofe.
Rebatió los argumentos transformistas de Georges Buffon, Jean-Baptiste Lamarck y de Étienne Geoffroy Saint Hilaire. Con este último sostuvo una célebre polémica, muy sonada en su época, que provocó un significativo retraso en la aceptación de la teoría evolucionista en Francia.
Su obra escrita fue muy extensa. En ella se destacan Lecciones de anatomía comparada (1800-1805), Investigación sobre huesos fósiles de cuadrúpedos (1812), El Reino Animal distribuido según su organización, para que sirva de base a la historia natural de los animales y una introducción a la anatomía comparada (1817), Memorias para servir la historia y anatomía de los moluscos (1817) y Discurso sobre las revoluciones de la superficie del globo y sobre los cambios que han producido en el reino animal (1822).
Se le considera el padre y fundador de dos ciencias: la paleontología y la anatomía comparada. Con su obra logró que la comunidad científica admitiese los conceptos de extinción de las especies y de correlación de las partes.
Poseedor de la inteligencia digna de un genio, polemista temible, fue un científico en toda la extensión de la palabra, con una brillante capacidad de análisis. Por estas razones, al morir en París el 13 de mayo de 1832, a consecuencia del cólera, la biología estaba rendida a sus pies. (ALH)