La educación de los hijos constituye una preocupación permanente en la mayoría de las familias cubanas. Por eso no es de extrañar que los primeros y los últimos meses de cada período escolar quienes están a cargo de los estudiantes se ocupen y preocupen en precisar cada detalle que permitan asegurar una enseñanza satisfactoria y de calidad.

Cuando llega esta etapa surgen dudas, inquietudes y preocupaciones que muchas veces no encuentran la respuesta precisa, situación que lejos de convertirse en una solución genera malestar e incomodidades. Para despejar algunas de estas interrogantes Girón dialogó con Edilberto Casanova Almenteros, director provincial de Educación en Matanzas sobre el curso escolar que culmina el 21 de julio y las particularidades del próximo periodo lectivo.

—Casi a punto de concluir el curso escolar, ¿qué procesos se desarrollan en las instituciones docentes?

—En primer lugar, continuamos con la preparación del próximo curso a nivel de directores de escuela y de instituciones educativas. Esta capacitación se hizo en la provincia y en las direcciones municipales de Educación, concentrada en tres temas fundamentales: el trabajo político ideológico; la dirección del trabajo metodológico, es decir, la preparación de los profesores y sus estructuras de dirección para conducir los diferentes procesos; y la labor de prevención en su articulación con los organismos y organizaciones en donde está enclavada la escuela.

“También nos involucramos en el cierre del proceso de evaluación en todos los niveles educativos. Se concluye con los exámenes finales y vamos al proceso de revalorización y extraordinarios en todas las escuelas.

“Como siempre hacemos en esta etapa celebramos los actos de fin de curso y las graduaciones. Al mismo tiempo se ejecutan en las escuelas un grupo de acciones relacionadas con la reparación de materiales, el llenado de las boletas, la entrega pedagógica interna, y el 19 ocurrirá el proceso de entrega pedagógica a los centros provinciales como es el caso del IPVCE, las Escuelas Pedagógicas, los Centros Politécnicos regionales o provinciales”.

—La conclusión del curso escolar es una preocupación para muchas familias que no descansan en este período y no tienen con quién dejar a sus hijos. ¿Existe alguna alternativa para estos casos?

—Sí. Durante las vacaciones brindaremos servicio de seminternado para la educación primaria a aquellas familias que no tienen posibilidades de que los niños permanezcan en la casa.

“Por consejo popular se seleccionó la escuela que permanecerá abierta para acogerlos. Siempre que una familia tenga necesidad, Educación está en la mejor disposición y tiene la responsabilidad de buscarle alguna alternativa para el seminternado de sus hijos. Aunque están diseñados para la primaria ello no significa que a estos centros y a otros destinados a la recreación no puedan asistir alumnos de secundaria básica y de preuniversitario.

“En estos seminternados no solo se cuidarán los niños, sino que se desarrollarán actividades con los profesores de Educación Física, Computación, los instructores de arte y la biblioteca escolar. También podrán observar materiales didácticos.

“Además se realizará una convocatoria a cursos de verano relacionados con el idioma, la cocina, contabilidad y otros que se abren desde la Educación Técnica y Profesional y que dan la posibilidad de desarrollar habilidades en una temática determinada. Estarán abiertos para toda la población, sin importar el nivel educacional.

“De igual forma, se efectuarán los programas de atención a los estudiantes de duodécimo grado que se presentarán a las pruebas de ingreso a la Educación Superior. Ello no quiere decir que no tendrán vacaciones, sino que se convocarán algunos cursos en los preuniversitarios a los que pueden asistir según sus necesidades e intereses para mantener activo el conocimiento y como parte de su preparación para este proceso, que se continuará de manera intensiva en septiembre.

“Siempre que haya necesidad los círculos infantiles permanecerán abiertos. En caso de que asistan pocos niños se reorganizarán dentro del propio consejo popular”.

—¿Qué características tendrá el próximo curso escolar?

—El próximo curso se retoma en su etapa normal desde septiembre hasta julio, y tendremos 46 semanas con recesos docentes en diciembre y en abril. Aun así, desarrollaremos los programas de estudios con los ajustes curriculares de la pandemia, lo que dará la posibilidad que en los mismos contenidos tengamos más tiempo para sistematizar, consolidar y repasar.

“Existen cambios en los diferentes niveles educativos que se les explicará posteriormente a las familias, sobre todo en los sistemas de evaluación y las frecuencias de las asignaturas. El preuniversitario será el de más modificaciones. La formación laboral alcanzará importancia en los diferentes niveles educativos y con énfasis en el pre.

“Será también prioridad el trabajo político ideológico y el aprovechamiento del tiempo para profundizar en las materias”.

—¿Existen los recursos humanos y materiales para el comienzo de la nueva etapa docente en septiembre?

—Hoy presentamos dificultad con el principal recurso, que es el humano, pues no está completa la cobertura del personal docente, sobre todo los que laboran de manera fija. Si bien empleamos un grupo de alternativas como los estudiantes universitarios a través de la tarea Educando por Amor, contratos por horas, profesores de los organismos, trabajadores del Inder y el aumento de la relación docente-niño hasta un número razonable y proporcional, estas no resuelven la dirección de los procesos en las escuelas.

“En la actualidad estamos al 90.4% de lo que necesitamos, con un déficit de 96 maestros en todos los niveles, y nos centramos en rescatarlos en la mayor cantidad posible para empezar el curso en una mejor situación.

“Durante las vacaciones se laborará en las instalaciones para perfeccionar las condiciones materiales. Hoy se ejecutan obras en 56 escuelas. Quizá no logremos los niveles óptimos en todas, pero sí habrá un mejoramiento a partir de un presupuesto destinado por el Gobierno.

—¿Están preparadas las escuelas para asumir estas dificultades con la base material de estudio?

En todos los casos existen ejemplares en las escuelas y hay posibilidades de que la relación libro-niño sea menor en la medida de que los reparen. No podemos entregar ejemplares muy deteriorados, ni que les falten muchas páginas. Si alguien tiene alguno en la casa puede incorporarlo a la escuela y declarar que es de su propiedad.

“También orientamos perfeccionar el criterio de distribución de libros a los estudiantes. Debemos lograr que los niños repitentes, los que no tienen los objetivos vencidos y los que más dificultades tengan en el aprendizaje, posean uno, así como establecer en cada grupo las pautas de distribución, si será uno por dos o por tres. La otra variante es el libro digital, que sí lo podemos entregar a las familias para que lo utilicen en la casa o en la escuela, en la medida de las disponibilidades técnicas.

“El inicio del curso no puede ser traumático para las familias, solicitamos tranquilidad y confianza en que, desde la escuela, se buscarán las alternativas, con creatividad e innovación”.

Por Jessica Acevedo Alfonso / GIRÓN

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