La bahía de Matanzas posee características particulares que la distinguen de otras en Cuba. Es la segunda de mayor profundidad en el país, con un máximo de 712 metros, y cuenta con un espejo de agua de unos 36 km2.

La urbe que se asienta en sus márgenes, Matanzas, debe el nombre a un suceso acontecido en estas aguas. Se trata del ataque a fuerzas españolas por parte de aborígenes que habitaban la zona, como uno de los primeros actos de rebeldía contra los colonizadores.

Bahía de Matanzas

El mayor bloque unitario de generación eléctrica en el país, la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, da la bienvenida a los buques que penetran en esta bahía de bolsa.
Bahía de Matanzas
La protección de este accidente geográfico constituye una prioridad para la comunidad científica.

El incendio de grandes proporciones ocurrido el 5 de agosto en la zona industrial no afectó las aguas de la bahía, al lograr contener el crudo derramado desde los reservorios de combustible altamente contaminante.

La belleza de su paraje permite lograr imágenes sorprendentes, como la contenida en esta vista panorámica.
Al transitar por sus malecones es común observar personas que practican deporte, parejas y pescadores.
Los ríos San Juan, Yumurí y Canímar, que atraviesan la Ciudad de los Puentes, desembocan hacia la bahía de Matanzas.
Los atardeceres se tornan espectáculos para la vista de locales y visitantes.
Importantes instalaciones portuarias para el transporte de carga general como azúcar y fertilizantes se ubican en las costas de la bahía.
bahía de Matanzas
Desde la bahía se divisan las elevaciones de la ciudad, el Abra del Yumurí y el Pan de Matanzas.
bahía de Matanzas
Las luces en torno a la bahía de Matanzas provocan admiración en los viajeros que arriban desde la capital.

Así se encuentra la Zona Industrial de Matanzas tres meses después del incendio

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