Es 21 de junio de 2013. La selección sub 20 de Cuba debuta en un Copa Mundial de Fútbol de la categoría frente a su similar de Corea del Sur. Miles de aficionados en el país caribeño con la atención reunida frente a sus televisores. El partido comienza.

Apenas minutos de iniciado el encuentro un balón rebasa la línea de meta. El árbitro turco Cüneyt Cakir decreta el tiro de esquina para el conjunto antillano. Desde la derecha es Héctor Morales el encargado de cobrar el córner. Hay presión en el área chica.

El cubano saca en largo buscando la testa de alguno de sus compatriotas marcados por la defensa surcoreana. Maikel Reyes se adelanta a pesar de la influencia zaguera y de repente vuela sobre el pasto del Estadio Kadir Has. Un cabezazo endemoniado va directo a las redes asiáticas que defiende el portero Changgeun Lee.

Maikel Reyes (izq.), delantero de Cuba, enfrenta a Tiago Ilori de Portugal. Foto: Getty Images.

A los seis minutos y treinta y ocho segundos, el grito de gol se escucha en todo la isla. Del otro lado del mundo, en la urbe turca de Kayseri, una avalancha humana proveniente de la banca rodea al goleador Reyes. El equipo continúa haciendo historia. Al terminar el primer tiempo, Cuba gana por la mínima en una Copa Mundial de Fútbol.

A pesar de estos resultados parciales, la inexperiencia unida a la falta de preparación física al máximo nivel y un rejuego táctico dudoso por parte del seleccionador Raúl González Triana, hicieron mella en el complemento del partido, que definitivamente ganarían las huestes surcoreanas con marcador de 2-1. De ahí en adelante el rendimiento de Cuba fue en picada durante la cita mundialista con derrotas 0-3 y 0-5 ante Nigeria y Portugal, respectivamente.

¿Una generación perdida?

Aunque la incursión en Turquía 2013 es bien conocida por la fanaticada futbolera en Cuba, el presente de aquella generación de bisoños futbolistas parece algo desconocida. En su momento constituyó un proyecto renovador que bajo la dirección del avileño Triana pretendía revertir los exangües resultados de finales de la década anterior en la arena internacional. La base de dicho equipo fue protagonista en el bronce histórico obtenido por el once cubano en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz  2014, donde estuvieron a punto de eliminar al favorito plantel mexicano en semifinales.

Casi todos los integrantes del seleccionado mundialista continúan diseminados por otros lares. Foto: FIFA.com.

Otra vez las incomprensiones, el escaso reconocimiento y una pobre remuneración influyeron en la progresiva salida del país de estos jugadores. Un ineficiente sistema competitivo, el irrisorio roce internacional y la exigencia de buenos dividendos en torneos foráneos por parte de la máxima dirección del deporte en Cuba, también fueron acicates para que algunos de ellos salieran de convocatorias nacionales en el extranjero.

Hoy el fútbol cubano se enfrenta a una nueva coyuntura con el llamado a jugadores contratados por sus propios medios en ligas del mundo. Las eliminatorias mundialistas rumbo a la cita universal de Catar 2022 constituyeron una verdadera prueba de fuego para el cuadro criollo. Ahí faltaron varios hombres talentosos que hace cerca de ocho años vistieron la franela nacional en tierras otomanas.

Cuba apostó por el talento de una generación con grandes proyecciones. Foto: Asociación de Fútbol de Cuba.

Los sobrevientes de la última Copa Mundial de Fútbol…

Solo cinco de ellos juegan con la Absoluta en los primeros choques eliminatorios.  Los «sobrevivientes» de aquel plantel son los pinareños Maikel Reyes y Elier Pozo, los villaclareños Yosel Piedra y Arichel Hernández, así como también el portero de Las Tunas Sandy Sánchez. Todos, excepto el cancerbero Pozo, militan en clubes del extranjero.

El goleador cubano en la Copa Mundial de Fútbol Turquía 2013 juega para el nicaragüense Municipal de Jalapa luego de su paso por diferentes clubes del área como Cruz Azul Hidalgo de México y los dominicanos Atlántico, Atlético Vega Real y Universidad O&M. Para no pocos analistas y fanáticos, el ariete de Viñales aún deviene pieza clave en la delantera cubana.

Con dos goles a su cuenta, Arichel se erigió como héroe en la sorprendente victoria sobre Costa Rica por 2-1. Este triunfo le abriría las puertas mundialistas en 2013 a la selección cubana. El hábil atacante se desempeña actualmente en la Liga Mayor de Guatemala con el Deportivo Mixco luego de su paso por la máxima división de fútbol dominicano dentro de las filas de la Universidad O&M, conjunto con el que fue campeón.

Arichel Hernández (derecha), marcó dos goles para impulsar a Cuba al Mundial de fútbol de Turquía. Foto: CONCACAF.

Natural de una de las cunas del fútbol cubano, el zulueteño también se coronó campeón de la Primera División de Panamá con el Club Atlético Independiente La Chorrera en 2018, donde logró disputar 9 partidos como titular de los 14 choques en los que pisó la grama.

El centrocampista de 29 años, titular inobjetable en la última Copa Oro y durante la Liga de Naciones de la CONCACAF, será puntal desde el mediocampo en los futuros compromisos de la Absoluta.

Por su parte Piedra llegó fichado a la Asociación Deportiva San Carlos, club perteneciente a la costarricense Liga Promérica, tras varias temporadas actuando en el balompié de Guatemala. Con recorrido en equipos como Universidad San Carlos, Sanarate FC y el Club Social y Deportivo Carchá, el defensor milita por primera vez en un elenco tico.

Cuba vivió en Turquía el regreso a una Copa del Mundo, que hoy solo parece otra quimera imposible. Foto: FIFA.

Mientras, Sandy regresó a República Dominicana en 2022 para jugar con el Atlético Pantoja. Su debut profesional ocurrió en suelo quisqueyano por el año 2019. Luego arribó a Brasil como parte del Navegantes Esorte Club de la Tercera División del estado brasileño Santa Catarina. Allí permaneció en las instalaciones del club junto al cienfueguero Sandro Cutiño y el atacante avileño Sander “Keko” Fernández. El guardameta tunero repite como titular bajo los tres palos en el cuadro criollo, aún con la entrada de otros cancerberos.

El regreso a una Copa Mundial de Fútbol parece la utopía para un conjunto cubano que intenta, al menos, cambiar la decepcionante cara mostrada en los últimos certámenes. La convocatoria de los legionarios simula una puerta que se abre a nuestro fútbol. No obstante, muchos ya sueñan con un equipo Cuba unificado, donde solo importe el amor a la camiseta. Ahí también pudieran estar los últimos mundialistas del fútbol cubano. (ALH)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *