En la rica tradición musical de Cuba, el 9 de agosto de 1909, en San Antonio de Cabeza, Unión de Reyes, al sur de la provincia de Matanzas, se vio nacer a una figura que se convertiría en un pilar insustituible de la cultura guajira: Justo Pastor Vega Enríquez.
Poeta innato y magistral intérprete del punto cubano, Vega dedicó su vida a preservar y enriquecer esta expresión artística que cantaba con el alma a la esencia misma de la vida rural cubana.
A lo largo de su trayectoria, Justo Vega logró dotar a la décima guajira de una profundidad y belleza pocas veces vista. Sus composiciones, llenas de un lirismo excepcional, abordaron con maestría temas universales como el amor y la naturaleza, así como el fervor patrio que alimentó su obra.
Su capacidad para transmutar la cotidianidad en poesía le valió el reconocimiento y admiración de los amantes del género, consolidando su legado como “El Caballero de la Décima”.
Las célebres controversias que protagonizó junto a Adolfo Alfonso son testimonio de su talento y habilidad. Estas memorables improvisaciones ofrecieron una ventana viva al arte del punto cubano, capturando la atención de oyentes tanto dentro como fuera de nuestro país. Juntos, Vega y Alfonso, generaron un diálogo poético que resonaba con el espíritu cubano, elevando el estatus del punto y la décima a nuevas alturas.
Como uno de los fundadores del icónico programa televisivo “Palmas y Cañas”, Justo Vega no solo compartió su talento sino que también abrió un espacio donde la música campesina pudiera llegar al hogar de innumerables cubanos. Su presencia en festivales de música cubana y latinoamericana subraya la importancia y el alcance de su obra, que trascendió fronteras geográficas y culturales.
Justo Vega falleció en La Habana el 13 de enero de 1993, dejando un legado insustituible en el ámbito cultural de Cuba.
Su vida y obra son un testimonio perdurable de la pasión y dedicación con la que honró el patrimonio musical de su tierra. Justo Vega es un recordatorio de que la poesía y la música son, quizás, el lenguaje más puro de la conexión humana. Que su herencia siga inspirando a nuevas generaciones, manteniendo viva la tradición del punto cubano y el sentir guajiro. (ALH)