Por estos meses en que las infecciones respiratorias agudas suelen incrementarse, y ante las dificultades que se presentan con la adquisición de medicamentos, la flor de majagua deviene una alternativa muy eficaz.En Cuba no resulta difícil encontrar esta planta que es, por demás, originaria de nuestra Isla y de Jamaica.
Se caracteriza por ser un árbol frondoso, cuyas flores de tamaño grande le aportan vistosidad (algunas con pétalos amarillos que se vuelven rojos al madurar).
Precisamente, en esta última parte de dicho arbusto encontramos los mayores beneficios.
Por su efecto broncodilatador es una de las plantas que se utilizan en la preparación del jarabe conocido en Cuba como Imefasma.
Pero, también, puede prepararse como infusión. Basta hervir dos o tres flores, de las rojas, en un litro de agua.
Puede endulzarse con dos o tres cucharaditas de azúcar y tomar tres veces al día.
Aunque este es el uso que más le damos aquí, estas flores se emplean además como cocimiento para evitar la caída del cabello, mejorar su color y brillo.
Las de color rojo son utilizadas por las féminas de pelo oscuro, en tanto, las de tonos más claros usan las amarillas.
Según los especialistas cubanos, la presencia en ellas de flavonoides, sustancias antioxidantes, reducen el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas.
Asimismo, se utiliza para aliviar dolencias gastrointestinales y en loción a base de alcohol para aplacar dolores reumáticos y musculares.
El cocimiento de sus hojas sirve para tratar las hemorroides. Igual, posee propiedades analgésicas para los oídos y los bronquios.
Si bien por sus beneficios medicinales resulta un árbol venerado, vale destacar su valía en la industria textil.
Su preciosa madera, con textura medianamente dura y resistente, se emplea en la fabricación de bates de béisbol, artesanía y carpintería.
Como ven, la flor de majagua, cuyo nombre científico es Hibiscus elatus, deviene, sin dudas, una alternativa muy eficaz en los tiempos que corren. (ALH)