Amigo entrañable de José Martí y defensor de los estudiantes de medicina fusilados en 1871, otras facetas de la vida de Fermín Valdés Domínguez resultan casi desconocidas. Una de ellas es su quehacer como médico e investigador.
Valdés Domínguez, nacido el 10 de julio de 1853, inició la carrera de Medicina en la Universidad de La Habana en 1870. Los hechos del 27 de noviembre, cuando cursaba el primer año, truncaron sus estudios. Después de cumplir varios meses de prisión, fue indultado junto a sus compañeros y viajó a España en 1872.
En este país continuó su formación como médico en Madrid, Zaragoza y Valladolid, siempre por la enseñanza libre. En 1875, venciendo múltiples dificultades y gracias a su esfuerzo, se graduó de licenciado en medicina y cirugía en la Universidad Central de Madrid.
De vuelta a Cuba, en 1878 revalidó su título en la Universidad de La Habana. En 1881 comenzó a ejercer en Santiago de las Vegas y después regresó a la capital de la colonia en 1883.
Investigador de la medicina
La práctica como médico le permitió realizar varias investigaciones. Una de ellas fue “Causas de algunas de las enfermedades de los obreros elaboradores del tabaco”, publicada en la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana en 1885. Por este aporte se le considera un precursor de los estudios sobre higiene del trabajo en Cuba.
En 1886 ingresó en la Sociedad de Estudios Clínicos con el ensayo “Contribución al estudio de la etiología de la tuberculosis”. También expuso el trabajo «Tétanos infantil. Curación. Apuntes para una observación clínica”, que publicó en la revista de esta institución.
Otro de sus trabajos relevantes fue “Enfermedades de origen bactérico”, dado a conocer en la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana y publicado como libro en 1887. En esta oportunidad, Valdés Domínguez defendió la teoría bacteriana del origen de enfermedades infecciosas, hecho que lo sitúa entre los precursores de estas ideas en Cuba.
En 1890 se radicó en Baracoa. Allí participó, junto al naturalista Carlos de la Torre, en una expedición para estudiar la llamada “enfermedad de los cocoteros”. Tras sus indagaciones, ambos llegaron a precisar un insecto como su agente causal.
Tiempo después emigró a Estados Unidos y vivió en Cayo Hueso, lugar que también conoció de sus desvelos como galeno. Regresó a Cuba en 1895 como médico mambí. Asumió los cargos de jefe de Sanidad Militar del Cuarto Cuerpo de Ejército en Las Villas y del Primer Cuerpo de Ejército de Oriente, con el grado de coronel.
Una vez terminada la guerra se estableció en Viñales, Pinar del Río. Allí permaneció hasta 1905 cuando, afectado por la enfermedad, regresó a La Habana. En esta ciudad murió el 13 de junio de 1910.(LLOLL)