En noviembre de 1992, en la ciudad de La Habana, Cuba, y durante el XXIII Congreso Interamericano de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, se decidió que cada primer sábado del mes de octubre se conmemorara el Día Interamericano del Agua. Ello debido a la urgente necesidad de sensibilizar y educar a los habitantes de América y el Caribe sobre lo valioso e importante que es este recurso para asegurar la salud y desarrollo de todos sus ciudadanos.

En esa reunión, los expertos también de la Asociación Caribeña de Agua y Aguas Residuales y la Organización Panamericana de la Salud, resaltaron la precariedad del servicio de aguas que reciben las diferentes regiones del continente americano, principalmente en lo referente a los países de Latinoamérica, donde aún hoy, a más de 30 años del evento, existen millones de personas que no cuentan con el acceso al vital líquido.
Una situación muy parecida a otras regiones del mundo, que sí poseen acceso al agua, pero carecen de servicios adecuados de saneamiento, lo que origina grandes epidemias en la población e incluso la muerte en los grupos más débiles como son los niños.
En ese sentido, el lema del Día Interamericano del Agua para 2023 es «Agua, derechos humanos y gobernabilidad: elementos de la concertación social», y su objetivo central es evitar, en la medida de lo posible, los conflictos por el agua.