Un tesoro de 264 monedas de oro, algunas de ellas con 400 años de antigüedad, fue encontrado enterrado debajo de su cocina por una pareja de Reino Unido. El total fue adjudicado en una subasta por 831.487 dólares.
La pieza más relevante fue una antigua guinea (moneda de oro) de Jorge I de 1720 con un error de acuñación, pues no tiene impresa la cabeza del rey, y se vendió en alrededor de 69.179 dólares. Ello constituye récord mundial para una moneda británica con error.
Otras monedas también mostraban errores y alcanzaron buenos precios. Una de 1675 se vendió por 10.643 dólares por tener el nombre en latín del rey Carlos II escrito incorrectamente, como Craolvs en lugar de Carolvs.