El primero de octubre de 1946 abrió sus puertas el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas. 78 años después su rector, Th. D. Ary Fernandéz Albán, valora la significación de esta institución emblemática de nuestra provincia.
Al hacer un recuento desde la actualidad, ¿Cuáles fueron los aspectos más trascendentes de aquel acto de fundación?
El Seminario Evangélico de Teología de Matanzas (SET) nació de la voluntad ecuménica de un grupo de Iglesias protestantes –inicialmente la Iglesia Metodista y la Iglesia Presbiteriana, y algunos años después se unió la Episcopal– en el esfuerzo de compartir recursos con el propósito de establecer un centro de educación teológica en el país que formara a los futuros pastores y líderes de sus respectivas denominaciones. Hasta ese entonces, los pastores de estas y otras denominaciones se formaban en Seminarios foráneos.
De manera que destacaría entre los aspectos más trascendentes el espíritu ecuménico de sus fundadores, el interés por dotar a las Iglesias evangélicas de un espacio de formación teológica y pastoral mucho más cercano a la realidad que las Iglesias vivían en aquel entonces.
¿En qué medida los aportes del Seminario Evangélico de Teología han cumplido el sueño de sus fundadores?
Desde su fundación el SET se ha caracterizado por proveer una elevada educación teológica y pastoral, ecuménica y contextual, dando así respuestas a los diversos desafíos que las Iglesias que participan de él han tenido que enfrentar a lo largo de estos 78 años. Ese espíritu ecuménico sigue estando presente y se evidencia, por ejemplo, con la incorporación de la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba y la Iglesia de los Amigos Cuáqueros como miembros de su Junta Directiva.
Por los predios del Seminario han pasado estudiantes de muchas denominaciones, no solo evangélicas o protestantes. Desde hace más de 15 años el Seminario cuenta en la Habana con un Instituto Superior de Ciencias de la Religión en el que estudian practicantes de diversas religiones presentes en el país, e incluso personas sin ninguna afiliación religiosa, pero que manifiestan el interés por conocer más acerca de los fenómenos y experiencias religiosas.
Por otra parte el Seminario ha realizado significativas contribuciones a la elaboración de un pensamiento teológico de vanguardia en la región. Prueba de ello es los múltiples eventos internaciones organizados por nuestra institución y las visitas y relaciones de intercambio y colaboración con diferentes instituciones de educación teológica en las Américas y Europa.
¿Qué significación posee la labor del Seminario Evangélico de Teología en la actualidad?
En las últimas dos décadas el SET ha diversificado considerablemente sus programas educativos. Además de los programas tradicionales, con énfasis en estudios bíblico-teológicos, se ofrecen otros programas en modalidad semiresidencial, que tienen como propósito formar a los graduandos atendiendo a necesidades específicas de las iglesias y organizaciones ecuménicas. Cursos orientados hacia la capellanía en hospitales, en trabajo diaconal, en estudios pentecostales, en música y liturgia, son algunos de los programas que provee esta institución. El SET también se destaca por su trabajo de apoyo a la comunidad a través del aporte de algunas de sus producciones agrícolas a escuelas y centros hospitalarios vecinos. En tal sentido es oportuno destacar que sirvió como hospital pediátrico de emergencia durante el momento más crítico de la pandemia de Covid19 en nuestra provincia.
¿Cuáles son los retos de la institución en este aniversario?
Nuestro principal reto es continuar siendo una institución de educación teológica de excelencia en nuestro país y en la región. Para eso trabajamos de forma intensa y constante para mejorar nuestras instalaciones, así como la infraestructura tecnológica, lo cual redundará en perfeccionamiento de nuestra labor educativa y de servicio. Todo ello en un contexto socioeconómico extremadamente complejo y adverso. Recientemente hemos establecido una sede permanente en la Habana en la que desarrollaremos algunos de nuestros programas docentes. Ese es también un gran reto para el SET.
Usted recién acaba de ocupar el cargo de rector del Seminario Evangélico de Teología, ¿cómo asume esa responsabilidad?
Lo he asumido con entusiasmo, no a pesar sino en virtud de las dificultades y desafíos que enfrentamos. Cuando las tareas se vuelven más complejas y difíciles ahí es cuando la gracia de Dios se hace presente, fortaleciendo nuestra capacidad espiritual e intelectual para llevar adelante esta misión que el SET ha desarrollado por 78 fructíferos años en nuestra patria. (ALH)