Este modelo busca reducir residuos y maximizar el uso de recursos mediante la reutilización, reciclaje y regeneración, lo que no solo ayuda al medio ambiente, sino que también abre nuevas oportunidades económicas y de desarrollo local.
En Matanzas ya existen proyectos concretos, como Cinco Palmas, enfocado en la agricultura sostenible y la rotación de cultivos, y la cooperativa Atres, que recicla plásticos marinos para fabricar ecomadera, contribuyendo así a la economía circular y evitando la deforestación.
Además, iniciativas como el proyecto internacional Ecovalor trabajan en la restauración de ecosistemas y el aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
Lo anteriormente planteado convierte a Matanzas en un ejemplo de cómo la economía circular puede ser clave para un desarrollo más sostenible. (ALH)