Hace exactamente diez años, una generación de futbolistas puso a soñar a todo un país.

En Cuba, el fútbol siempre ha estado a la sombra del béisbol y hasta relegado a segundos planos cuando de apoyo económico se trata.

La participación en Turquía 2013 y el bronce en Veracruz 2014 abrían una brecha de oportunidades para la familia del balompié cubano.

Hoy, muchos de ellos han labrado sus propios caminos, sobre todo fuera de aquí. Al fenómeno de las deserciones no escapa ningún deporte en la Isla. De la generación mundialista en Turquía, fueron Emmanuel Labrada, Dairon Pérez y Brian Rosales los primeros en desertar de una convocatoria nacional en el extranjero.

De aquella nómina mundialista, solo quedan unos pocos bajo el auspicio del INDER. Foto: EFE.

Los tres cubanos salieron de la concentración durante el Campeonato de Clasificación Olímpica de CONCACAF que acogió el territorio estadounidense en octubre de 2015.

De ellos, el defensa matancero Rosales ha corrido con mejor suerte en el fútbol profesional. Después de una negación de fichaje por parte de la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC), el zaguero no pudo jugar con el Tulsa Roughnecks.

Luego de su paso por el Fortuna SC, en el 2020 debutó en la USL con el Fort Lauderdale CF. En sus filas fue un líder indiscutible, lució el brazalete de segundo capitán y se consagró como uno de los mejores laterales de su liga.

Después de una visita a México, el atacante habanero Héctor Morales también salió de una convocatoria nacional. Desde su llegada a suelo estadounidense en 2016, el atacante jugó con el AFC Ann Arbor de la NPSL durante dos temporadas  y figuró en el Madonna University, finalista de la National Association of Intercollegiate Athletics (NAIA) en 2017.

Héctor Morales se desempeñó en el balompié de Estados Unidos. Foto: elchinomorales10/ Facebook.

La campaña de 2020 fue decisiva para el capitalino, pues “el Chino” Morales vistió la casaca del Miami FC en la USL Championship, segundo circuito en importancia del balompié norteamericano. Según datos de la plataforma colaborativa Transfermarket, el mediocentro ofensivo figura actualmente sin equipo.

Otro de los integrantes de esa generación dorada es el defensor habanero Abel Martínez Colón. Luego de su paso por el club mexicano Cruz Azul Hidalgo, cumplió una sanción de dos años alejado de las canchas. Consumada esta, regresó al futbol cubano y representó una figura clave en el segundo subtítulo consecutivo de La Habana en 2019.

Martínez Colón en la disputa del balón durante un partido de la Liga Nacional de Fútbol en el habanero estadio La Polar. Foto: Fútbol Por Dentro.

La exclusión de la selección nacional en ese año llevó al portentoso central a tomarse en serio su calidad futbolística y marchar a Europa. Allí buscó espacio en Dinamarca, Finlandia y España, pero fue en el país ibérico donde finalmente fichó por el Club Deportivo Castilla Palencia.

Luego firma por el Lynx FC de la Gibraltar Football League, instancia superior del balompié en el británico territorio de ultramar. Momentáneamente sin plantel, Martínez Colón también jugó en el Villaralbo y el Benicarló, ambos equipos de divisiones inferiores en España.

Para este 2023, el talentoso defensor Adrián Arturo Diz Pe formará parte del Indy Eleven en la USL Championship del fútbol en Estados Unidos. El capitalino ya es un rostro conocido dentro de este circuito después de dos años entre Colorado Springs Switchbacks FC, Rio Grande Valley FC Toros y Tulsa FC. A su llegada a territorio norteamericano también pasó por las filas del Portland Timbers.

Diz Pe aún mantiene la titularidad y forma deportiva en canchas estadounidenses. Foto: Tomada de su página en Facebook.

Un caso lamentable es el habanero Yolexis Collado. A pesar de su juventud y lucidez en el fútbol, ha decidido alejarse por completo de las canchas.

Daniel Luis Sáez, Andy Baquero y Yordan Santa Cruz constituían un trío talentoso con incursión en Turquía 2013, de condiciones con el balón en los pies, hábiles con los pases y precisos en la recuperación de balones. Los tres desertaron en el 2019, siendo el capitalino Sáez el primero de ellos durante su estancia en la Copa Oro de la CONCACAF.

Daniel Luis había debutado en el balompié profesional bajo el auspicio del INDER en 2018 con el Atlántico de República Dominicana, y al momento de su salida integraba las filas de los Delfines del Este en la máxima división quisqueyana. Desde la temporada anterior pertenece a la nómina de Rio Grande Valley FC Toros, en la USL Championship.

Daniel Luis Sáez representó una de las estrellas del fútbol cubano en su momento. Foto: Radio COCO.

Baquero y Santa Cruz abandonaron sus compromisos con la selección cubana mientras disputaban la Liga de Naciones de la CONCACAF en Canadá.  Lo hicieron junto a los jóvenes Alejandro Portal, Orlendiz Benítez y el guantanamero David Urgellés, este último también integrante del conjunto mundialista.

Yordan fue un verdugo en el mediocampo del Jarabacoa FC, equipo con el cual jugó en el 2018 y logró hacerse un hueco entre los máximos goleadores del torneo caribeño. Antes de su salida era considerado uno de los mejores futbolistas de la Isla. En 2020 incursionó en la Canadian Soccer League con el Scarborough SC, temporada de estreno donde se coronó campeón de la liga.

Yordan Santa Cruz con la chamarreta de Cuba. Foto: Deportes Andy Lans.

Mientras tanto, Andy Baquero, participante en dos Mundiales (Mundial sub 20 Turquía 2013 y Mundial de Fútbol Sala Colombia 2016), ya había debutado en la Liga Dominicana con los Delfines del Este, uno de los pocos certámenes en los que los cubanos tienen posibilidad de contrato por la AFC. Precisamente al capitalino le fueron negados 4 fichajes por dicha institución. Hoy la vida de Baquero transcurre entre el más universal con el canadiense Valour FC de la Canadian Premier League y su pasión por la música.

Otro grupo de noveles  futbolistas le han seguido los pasos tras sus sueños. Se alejan en busca de superación económica y profesional. La afición sigue viviendo de la historia, mientras que la generación mundialista en Turquía 2013 marcha dispersa por diferentes parajes. A veces, ni la pasión o el deporte son capaces de sostener las más viscerales ilusiones.

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