María del Carmen Echevarría Gómez, jefa del Resultado 1 del proyecto Fuentes Renovables de Energía como Apoyo al Desarrollo Local (FRE local), indicó a Sputnik que esa iniciativa estimula el progreso de las comunidades rurales, mediante la facilitación del acceso a las energías renovables y la estimulación al consumo eficiente.
«Creemos que uno de los referentes más significativos es su implementación desde el estímulo de la participación ciudadana y la democratización del conocimiento. No llegamos a esos territorios a imponer determinada tecnología, primero conocemos sus necesidades y oportunidades, los aspectos que quieren mejorar y qué les hace falta», añadió.
«El proyecto incluye la sensibilización sobre la tecnología y la adecuación sociotécnica, consistente en la formación y capacitación respecto a esos recursos, su cuidado y mantenimiento y la repercusión de las variaciones climáticas. No deben solo sentir que la energía es un derecho, también constituye una responsabilidad social«, señaló Echevarría.
Para ello, laboran con diferentes grupos etarios en estas áreas aisladas del sistema electroenergético nacional: desde niños hasta adultos mayores, pero especialmente con las mujeres, «quienes en estas zonas pasan más tiempo en la casa y deben aprender a trabajar con estos componentes».
La materialización de esta propuesta, orientada a la puesta en práctica de soluciones tecnológicas a partir de fuentes renovables de energía y el impulso de actividades productivas locales, comprendió además la sinergia con especialistas de la UNE, encargados del «diseño de las ideas conceptuales mediante el conocimiento de las peculiaridades de esos territorios».
«Hemos estado en el corazón del Escambray, en lugares intrincados con un papel protagónico en la historia del país y que ahora se sienten revitalizados, recordados y renovados en este esfuerzo de llevarles la energía. Además de mejorar sus condiciones de vida, estas soluciones favorecen, por ejemplo, el rendimiento agrícola con los sistemas de riego y bombeo de agua», reveló la profesora de la Universidad de Sancti Spíritus.
Entre las principales variantes para el incremento del suministro eléctrico en estas 22 comunidades de ocho provincias está la combinación del sistema fotovoltaico y la conexión a red, los sistemas fotovoltaicos autónomos, y las microrredes con sistema fotovoltaico, almacenamiento en baterías y grupo electrógeno.
«En las comunidades hay agricultores, pescadores, carboneros, mineros y ganaderos, es decir, cada una desde su referente histórico e identitario posee diferentes alternativas para su desarrollo. Nuestro rol no es solo la transferencia tecnológica y de conocimiento, también les damos la posibilidad de tomar decisiones«, significó Echevarría.