El tatami del dojo Rogelio Niebla en el sureño municipio matancero de Unión de Reyes lo convierten en el espacio donde niños, jóvenes y adultos encuentran disciplina, salud y crecimiento personal a través del Karate- do.

Antes de iniciar cualquier práctica, los instructores consultan a los padres para conocer si sus hijos padecen alguna enfermedad. En el entrenamiento trabajan con los implementos necesarios donde garantizan la seguridad y responsabilidad en cada sesión.

Cada año realizan un examen de grado anual que marca el progreso técnico y formativo de los alumnos. El grupo está compuesto por veintidós practicantes. Para los profesores de esta arte marcial no existe límite de edad: cualquier persona que desee iniciarse en este camino resulta bienvenida.

“Aquí recibimos a todos, no importa la edad ni la experiencia previa. El Karate- do constituye un camino de vida que cualquiera puede comenzar”, afirma Hamlet Otero Arolas, entrenador de la escuela.

Los primeros pasos dentro de la disciplina lo centran en la preparación física y mental, esenciales para un deporte de combate que, además, ofrece un sólido enfoque.

Desde edades tempranas, los niños aprenden habilidades, descubren los beneficios del esfuerzo constante y desarrollan capacidades útiles para su vida cotidiana.

La disciplina y el respeto constituyen pilares fundamentales. En las clases combaten con rigor la impuntualidad, las ausencias injustificadas y el mal comportamiento, tanto dentro como fuera del dojo. Según el entrenador Hamlet Otero Arolas: “La conducta va primero que la técnica. Un buen karateca empieza por ser una buena persona”.

A partir de los cinco años los niños pueden incorporarse, y según su desempeño avanzan en técnica y conocimiento, siempre de manera gradual. “Nuestro objetivo es formar alumnos fuertes, pero también humildes y conscientes del valor del esfuerzo”, añade el instructor.

Las clases la desarrollan cada día, según la edad de los practicantes en el horario de las cuatro de la tarde.

Recientemente, tres alumnos participaron en una sesión especial de preparación en Matanzas donde tuvieron un desempeño destacado. “Fue una experiencia muy enriquecedora. Los muchachos demostraron disciplina, concentración y deseos de superarse”, explicó Otero Arolas.

Para el próximo año, el equipo prepara con entusiasmo nuevas técnicas. “Vamos a representar dignamente a nuestro municipio. Los muchachos están motivados y el nivel técnico sigue creciendo”, aseguró el profesor.

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