Foto: Jorge Gil Ángel.

Del trópico colombiano al Caribe cubano: la historia de Carlos Arciniegas

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Entrar al hogar de Carlos Arciniegas, en el mayabequense municipio de Santa Cruz del Norte, es llegar a un mundo de premios y distinciones donde imperan los sueños a puro nado. En ese pueblito de pescadores, encontró un escondrijo para ser feliz y enarbolar quimeras.

Allí, tiene un cuarto empapelado del piso al techo con recortes de periódicos. Conserva desde hace más de 60 años las informaciones y entrevistas sobre su carrera deportiva. En las paredes también reposan decenas de trofeos y medallas de competencias, así como una inmensa galería de fotos con su hijo Juan Carlos, su compañero de aventuras y talismán para los objetivos.

Carlos Arciniegas conserva cada entrevista, trofeo o distinción por una vida dedicada a la natación. Foto: Jorge Gil Ángel.

Llegó a Cuba desde Colombia en pleno período especial y estuvo poco tiempo. Mas, regresó para quedarse por siempre. A sus 80 años ha logrado, junto a su equipo de niños, imponer tres récords mundiales en Triatlón Modificado.

“Lo hago por mí mismo, por superarme, por no padecer ninguna enfermedad. Tengo muchos espejos en la gente que no hace deporte y es muy sedentaria. También he inspirado a gente a que lo haga y, sobre todo, desde la temprana edad”, afirma sonriente.

Las metas para él son mayores. En 1993, con 51 años, se convirtió en el primer latinoamericano en recorrer 8mil 400 kilómetros a bicicleta y trote. Cuatro años después recorrió de Bogotá, su ciudad natal, a la urbe estadounidense de Atlanta en 129 días. Méritos suficientes para que el libro Guinness de los Records de Hazañas humanas en duatlón señale su nombre. La historia recogió los azares. “Mi esposa me tachó de loco”, dice.

El atleta colombiano en la categoría máster desafía al tiempo y las condiciones del mar. Foto: Tomada de Internet.

Salud intacta e igual motivación que cuando inició en el triatlón hace más de dos décadas. Sobre sus espaldas, carga con la voluntad de imponerse a cada derrotero trazado.

El 28 de julio de 2022, Arciniegas participó en el Campeonato Panamericano y Sudamericano Máster de Natación en la prueba de aguas abiertas, durante el cual logró un meritorio segundo lugar en la categoría de mayores de 80 años.

Este torneo, en el que representó a Cuba, estuvo motivado por el regreso a las competencias oficiales luego de la pandemia de la Covid-19.

Agradece la oportunidad de participar en Aguas Abiertas 2022, un evento que sumó a nadadores de todas las edades en el balneario de Varadero. Foto: Gran Retto

“Soy muy fiel al entrenamiento porque tengo una rutina diaria para hacer las cosas. Monto en bicicleta todos los días desde Santa Cruz hasta Matanzas, donde entreno con el equipo del Club de Natación en Aguas Abiertas Cocodrilos del Tenis. Hago dos o tres horas de natación y regreso a la casa sobre las 4 de la tarde. Eso me da la suficiente preparación para salir a competir”, cuenta Arciniegas, que también se dedica a la pesca.

Además, Arciniegas fue cofundador del triatlón en Bogotá, y del Club los Tiburones  de 1981 al 1984.

Una historia de película

El colombiano arrancó en 1993, contra viento y marea y pese a los reclamos de su hijo, una aventura inolvidable. Recorrió en poco más de seis meses gran parte de Colombia, Centroamérica y México hasta llegar a Estados Unidos, donde completó el duatlón más largo de la historia.

Inicialmente, la idea era llegar solo hasta Cartagena de Indias. El hombre, acompañado por un joven que manejaba su vehículo e iba grabándolo en el recorrido, salió desde Bogotá.

“Tengo una anécdota muy especial de mi hijo: cuando yo salí de la Plaza de Bolívar a realizar los primeros 150 kilómetros hasta Honda, él salió en su carro y me lo puso al lado de la bicicleta y me decía: ‘papi, eso es una locura, no hagas eso, que no vas a llegar”, relata el atleta.

Ahí le respondió a su hijo: “Yo ya me voy, ya no puedo regresar ni echar atrás porque no me conviene”. Sin embargo, Juan Carlos insistió hasta que se cansó de seguirlo y su padre, terco como una mula, consiguió su primer objetivo: llegar a Cartagena tras recorrer 1.263 kilómetros en siete días.

Foto: Cortesía del entrevistado.

“También he transmitido a mis nietos el amor al deporte. Todos ellos en algo lo practican, y la lista de todas las participaciones es demasiada  larga”, considera el maratonista de la natación.

Asegura que corre “por el amor de Dios en todo el mundo”, cree en los milagros y alimenta la fe que desprende del crucifijo que cuelga de su cuello. “En el mar he visto tiburones y barracudas debajo de mí, sin terreno para escabullirme, pero a mí no me han hecho nada”.

Con mucha humildad, ajena a los logros atípicos de su edad, este colombiano de nacimiento encontró en Cuba el lugar ideal para desafiar al mar. Cada día, Carlos Arciniegas transita en bicicleta las carreteras que unen a Santa Cruz y Matanzas para mantener el ejercicio físico hasta que tenga “licencia de vivir”, pues aún vive de la natación y los retos de un octogenario apasionado al deporte extremo.

Acerca Carlos Manuel Bernal López

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