Controvertida, irreverente y sin metodismos acuciantes. Así pudiera definirse la puesta en escena de Autopsia del Paraíso, una obra cruda que expone realidades y anhelos de la juventud cubana.
Bajo la dirección artística y general de la maestra Miriam Muñoz Benítez, el texto de Roberto Viña Martínez llegó hasta la sede de Teatro Icarón, en la ciudad de Matanzas.
Los argumentos exponen sobre las tablas a siete estudiantes de un instituto preuniversitario y las historias entrelazadas tras la escuela en el campo. A modo de catalejo visual, Autopsia del Paraíso deviene metáfora ilusoria donde una carta es el revulsivo ideal para desencadenar ira y secretos sobre acoso escolar, prostitución, bisexualidad, prejuicios y marginalidad juvenil, informó el periodista Carlos Manuel Bernal.

En constantes idas y venidas cronológicas, la función teatral sitúa en primerísimo plano una andanada de lecturas desde la visión del espectador.
Los actores, todos noveles y miembros del Taller de Actuación Alas Teatro, colocan sobre sus cuerpos el paso de matices rudos y un lenguaje sexual explícito, sin dilapidar formas vulgares e irrisorias.
A teatro lleno y con vítores del público, culminó el estreno en Matanzas de Autopsia del Paraíso, una cirugía visceral a lo más hondo de la adolescencia en Cuba.
Teatro Icarón estrenará además el próximo 29 de enero la obra Emilia habla con los que no la escuchan, de Ulises Rodríguez Febles, inspirada en la patriota matancera que confeccionó la bandera cubana, protagonizada por Miriam Muñoz Benítez. (ALH)
Patricia Ceballos Morejón, estudiante de Periodismo