La vida carga con infortunios, balanceados a la vez con mucha felicidad y sueños.
Su mejor momento se desplaza entre la adolescencia y la juventud, cuando son más intensas las pasiones, las emociones se superponen, el sentimiento es más elemental y sincero y se leen mejor los versos.
Con la lectura al libre albedrío, sin impositivas clases de literatura ni sabias recomendaciones, la preferencia de la muchachada para la poesía romántica fluctuaba durante la década del 60 al 70 entre creadores liderados por el español Bécquer y dos cubanos: el matancero Romualdo Suárez y José Ángel Buesa. Luego, bien cerca, pero más alejado, el chileno Neruda.
Aún luego de tantos años permanecen en la memoria los poemas aprendidos porque sí, de tanto repetirlos, y de tanto soñar que por una mirada se puede regalar un mundo, y por una sonrisa, un cielo; de tanto creer que una noche es buena para escribir los versos más tristes, y de tanto convencerse de que puede amarse intensamente y que tú, precisamente tú, jamás lo sabrás.
José Ángel Buesa, cubano nacido humilde en Cruces y fallecido en República Dominicana, ha sido catalogado sumariamente como escritor de seriales radiales y televisivos, y poeta. Tanta fue la variedad de su obra, que se aventuró a enfrentar una crítica que lo calificó como escritor menor.
Y entre vaivenes, romántico, llegó a conocerse como el poeta enamorado, con múltiples obras para atestiguar nostalgia. Entre ellas, también de amor desarraigado y desgarrado, la que dedicó a su madre, quien quedó en Cuba al emigrar el poeta.
Estimada Aurora:
Para mí José Ángel Buesa fue un poeta romántico prácticamente desconocido, aunque sus poemas pasaran de boca en boca y adornaran cuadernos de versos de adolescentes enamorados. Es cierto que al lado de los grandes poetas que hemos tenido, no descollaba en virtuosismo o en técnica, pero es mi opinión que en ese desconocimiento influyó el que fuera poco publicado y difundido de manera oficial. Comprendí mejor su obra y su valía después de leer lo escrito sobre Buesa por nuestra Carilda