En tiempos donde obtener efectivo resulta un verdadero dolor de cabezas, especialmente para nuestros adultos mayores, muchos actores económicos en Unión de Reyes niegan el pago de los ingresos a través de los canales electrónicos.
Por ejemplo, trabajadores por cuenta propia y agentes de telecomunicaciones imponen un recargo del 10% a los clientes que desean comprar productos mediante transferencias. Las justificaciones son variadas: problemas con el QR, límites operaciones diarios, o simplemente la negativa a aceptar transacciones.
En algunos establecimientos, argumentan que la conexión falla o que solo aceptan hasta 500 pesos. Muchos unionenses, por falta de experiencia, no preguntan sobre la posibilidad de pagar en línea o mediante POS al momento de adquirir productos o servicios.
El pago por las diferentes pasarelas de pago debe convertirse en una norma. Escanear el código QR del establecimiento debería representar una práctica común, ofrece una vía rápida y segura para realizar transferencias y permite a los consumidores beneficiarse de descuentos ofrecidos por los bancos comerciales.
Sin embargo, la violación de la ley por parte de algunos trabajadores por cuenta propia que exigen a los clientes esta normativa solo perpetúa prácticas desleales y fomenta el negocio ilícito con moneda digital.
Ante esta situación, surgen varias preguntas al respecto: ¿dónde están los inspectores? ¿Se están cumpliendo las leyes? ¿Qué ocurre con las multas a quienes infringen las regulaciones?
A pesar de las alternativas para denunciar estas irregularidades, muchos temen exigir sus derechos y no aprovechan los beneficios de pagar en línea o utilizar todas las denominaciones de billetes autorizadas. La Plataforma Bienestar del Banco Central de Cuba representa una vía para reportar estas situaciones.
Por otra parte, la aplicación Transfermóvil permite escanear dos tipos de códigos QR: uno para transferencias a cuentas y otro para pagos en línea. Resulta importante recordar que realizar ingresos mediante transferencias no solo afecta el saldo disponible en la tarjeta, sino que también priva al consumidor de beneficiarse de bonificaciones vigentes que ofrecen los bancos comerciales.
Si un actor económico tanto estatal como no estatal afirma que no acepta pagos por Transfermóvil debido a problemas de conexión, se recomienda intentar realizar la operación varias veces. La aplicación no requiere una conexión de datos constante y puede funcionar con la más mínima cobertura. Además, si hay errores en la operación, se puede ajustar la configuración del teléfono para mejorar la conexión.
El avance del proceso de bancarización en Cuba no depende únicamente de los bancos; requiere la colaboración de todos los actores involucrados. Los centros solo proporcionan los medios de pago y el acceso a través de canales electrónicos, mientras que los comerciantes implementan estos métodos. Exigir los derechos y participar activamente en este proceso resulta vital para los consumidores. (ALH)
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