A un año de la aprobación del Decreto Ley de Lengua de Señas, se han desarrollado diversas actividades dirigidas a sensibilizar a la sociedad y a los diferentes organismos e instituciones que se relacionan directa o indirectamente con la aplicación de esta norma, comentó a Cubadebate la vicepresidenta de la Asociación de Sordos de Cuba (Ansoc), Miriam Meneses Volumen.

Desde 1978, la entidad ha actuado como mediadora entre las instituciones gubernamentales, organizaciones sociales y de masas para materializar los anhelos, intereses y necesidades de sus miembros. Una de sus principales luchas ha buscado el reconocimiento de la forma de comunicación de sordos e hipoacúsicos.

Aunque la lengua de señas cubana fue aceptada en una primera etapa como alternativa pedagógica dentro del contexto educacional, no había una ley que la formalizara.

No fue hasta marzo del 2020, durante el V Congreso de la Ansoc, que se inició el proceso para legalizar el idioma tras ser aceptada su solicitud. Después de un largo proceso, el Consejo de Estado, conforme con la Constitución de 2019, ratificó el 16 de septiembre de 2024 el Decreto Ley 94, que avala la lengua de señas.

Este avance es el resultado de más de 30 años de investigaciones, esfuerzos y capacitaciones de intérpretes para facilitar la comunicación, que es “la base del acceso a la información, la educación y, en general, la cultura. Con la aprobación del Decreto Ley de Lengua de Señas nuestro idioma ya es oficial”, afirma Meneses.

Como toda lengua, se divide en niveles: básico, medio y avanzado, para quienes deseen aprenderlo como segunda lengua.

En el caso de las personas sordas, se enseña como primer idioma en las escuelas bilingües para niños sordos, modelo imperante en el país desde 2004. Asimismo, se imparten talleres de actualización sobre las nuevas señas que precise aprobar la comunicación científica.

Fortalecer el segundo idioma de Cuba

Aunque la comunidad sorda cubana reconoce los beneficios y los esfuerzos destinados para promover la legislatura, aún persisten desafíos.

“Los obstáculos son para vencerlos”, nos dice la joven y futura pedagoga Rayma Fanego, quien, a pesar de haber considerado desistir en algunas ocasiones, se reafirma: “Me digo ‘no, tengo que luchar’. Siempre he sido una luchadora, una batalladora”.

Actualmente, se desempeña como profesora e instructora de lengua de señas en la Asociación Provincial de La Habana y en el Centro de Superación y Desarrollo del Sordo, mientras cursa primer año en Educación Especial.

A pesar de su corta edad, 21 años, la estudiante se siente satisfecha con su labor y reconoce la importancia de que cada uno contribuya a la promoción de la lengua de señas para hacerla valer.

“En estos momentos, debemos trabajar para que las personas conozcan nuestras necesidades y lograr una verdadera inclusión en la sociedad, empezando por cambiar la terminología hacia las personas sordas, que aún es obsoleta”, comenta.

Y aclara que la forma correcta de referirse es “persona sorda”, “persona en situaciones de discapacidad auditiva” o “utilizar su nombre, al igual que se hace con el resto de la población”.

“Todos somos diferentes y a nosotros nos diferencia nuestra forma de comunicación”, sostiene la vicepresidenta de la Ansoc.

El decreto ley garantiza un amplio acceso y no discriminatorio de las personas sordas a la información en todos los contextos, promueve la educación bilingüe y su inclusión plena en la sociedad, así como los valores de la identidad cultural sorda a nivel social.

Según lo establecido, Meneses señala que se ha ampliado la participación de intérpretes en los servicios informativos gracias al vínculo con el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Además, se están ofreciendo seminarios y conferencias a los diferentes organismos acerca de la identidad cultural de las personas sordas.

A pesar de la difícil y compleja situación que enfrenta el país, persiste la voluntad de implementar todas las políticas públicas necesarias para poner en práctica lo que establece esta normativa.

Todos los organismos suman

La norma establece las responsabilidades de los ministerios de Educación, Educación Superior, Transporte, Comunicaciones y Trabajo y Seguridad Social, así como del Instituto de Información y Comunicación Social, en su implementación. Sin embargo, Meneses opina que para aplicarla todos los organismos del país deben involucrarse, aunque unos lo están más que otros.

Entre las tareas pendientes están perfeccionar los programas en todos los niveles educativos, ampliar la participación de los intérpretes e incluir la lengua de señas como materia en el sistema de estudios.

Meneses comenta que ello implica revolucionar la enseñanza. “Estamos intercambiando con el Ministerio de Educación, específicamente con su Departamento de Educación Especial. Pensamos que más adelante podría incluirse la asignatura Lengua de Señas en la Universidad de Ciencias Médicas, porque ya existe en la carrera de Logofonoaudiología’’.

El acceso a las nuevas tecnologías móviles es primordial para la comunidad sorda de Cuba, que hoy día agrupa a más de 27 000 miembros, según informó la vicepresidenta de la Ansoc.

Destacó que reciben apoyo del Ministerio de Comunicaciones en lo que respecta a la conectividad para las diferentes filiales y en la proyección de activar, en un futuro, centros de intermediación vía videoconferencias.

La lengua de señas se distingue como viso-gesto-espacial, basada en el uso de las manos, el rostro y el cuerpo. Por ello, otra de las necesidades es incluir información visible en los espacios públicos, tanto ómnibus o aeropuertos como en terminales del ferrocarril.

La inserción de videos en lengua de señas junto a las pantallas lumínicas utilizadas en los aeropuertos es una de las sugerencias para mejorar la comunicación de las personas en situación de discapacidad auditiva.

Cada paso de avance incluye la labor de los intérpretes. Esta tarea de dos implica un constante estudio y actualización.

“Mediante varias asociaciones y organizaciones, nos dirigimos hacia la investigación, la prestación de servicios y la didáctica para poner los saberes en función de las nuevas canteras que se están formando”, explica Ania Reigada Jiménez, coordinadora nacional de servicios de traducción e interpretación de lenguaje de señas en Cuba.

Celebraciones por el primer aniversario

Entre las más de 300 lenguas de señas que hay en el mundo, nuestro país ha abogado durante décadas por el reconocimiento de la variante nacional. Cuba es miembro de diversas organizaciones que representan a las personas sordas globalmente, como la Federación Mundial de Sordos, el Comité Internacional de Deportes para Sordos y la Asociación Internacional de Intérpretes.

Durante la última semana de septiembre, se celebra en el mundo el derecho a la información y la comunicación de las personas sordas. Este año, Cuba ha ampliado esas jornadas, comenzando el 16 de septiembre con el primer aniversario del Día de la Legua de Señas Cubanas.

Las celebraciones incluyen varias fechas significativas: el 23, Día Mundial de las Lenguas de Señas; el 28, Día Mundial de las Personas Sordas; el 30, el cierre, con el Día Internacional de los Traductores. Se han previsto una jornada científica, intercambios, y encuentros televisivos a nivel nacional.

Es costumbre que durante la Semana Internacional de las Personas Sordas, la Federación Mundial establezca un lema. El correspondiente a este año es “No hay derechos humanos sin el derecho a las lenguas de signos”.

Meneses afirma, emocionada, que en Cuba este principio se cumple doblemente. “Es una satisfacción, porque somos reconocidos por la sociedad y desde el año pasado contamos con un derecho legal a nuestra forma de comunicación”.

Por: Abel Padrón Padilla, Patricia Espinosa Valdés/Cubadebate

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