Un ingeniero japonés cambió el mundo con un simple cuadrado en blanco y negro. En 1994, Masahiro Hara, mientras trabajaba en Denso Wave, enfrentó un desafío que parecía imposible: crear un sistema que almacenara más información que un código de barras y pudiera leerse desde cualquier ángulo.

Inspirado en el juego de Go, diseñó el Código QR, capaz de almacenar hasta 200 veces más datos y resistir daños sin perder funcionalidad.

Pero el verdadero golpe maestro llegó después: Denso decidió liberarlo al mundo sin cobrar regalías, permitiendo que todos lo usaran libremente.

Hoy, ese pequeño cuadrado conecta menús, pagos, historiales médicos y mucho más, dejando una huella imborrable en la comunicación digital global.

Tomado de  Conocimientum

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *