En los más de cuarenta años de formación profesional, he tenido la oportunidad de conocer y trabajar cerca de valiosos profesionales, de los que he tratado de aprender y adquirir experiencias con la finalidad de ser, lo más competente posible.

Desde enero, en que comencé a escribir “Por el bienestar animal” he contado con una excelente contribución de la comisión de comunicación del CENASA, de especialistas miembros del Comité Nacional de Bienestar Animal, de otros colegas y directivos del CENASA, a los que agradezco sinceramente su contribución, que ha sido muy valiosa. Es primordial el trabajo en equipo y es justo reconocerlo.

Vamos a desarrollar temas sobre las zoonosis, que iniciaremos con la rabia. Es un deber confesarles, que si he adquirido conocimientos más específicos sobre esta terrible enfermedad, lo agradezco a quien fue mi profesor y jefe durante 18 años, al Dr. Juan Montañez García que con su sencillez, inteligencia y excepcional experiencia, me trasmitió sus conocimientos para que yo además de aprender, fuera una mejor profesional, lo que no puedo dejar de reconocer, aunque ya no esté entre nosotros.

¿Qué son las zoonosis?

El Código Sanitario para los Animales Terrestres  de la Organización Mundial de Sanidad Animal, las designa como cualquier enfermedad o infección que puede ser transmitida naturalmente por los animales a las personas.

Otras definiciones que se pueden encontrar son: una enfermedad o infección que se transmite de forma natural de los animales vertebrados a los humanos o como una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a humanos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define que una zoonosis es una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a humanos. Puntualiza además la OMS, que los patógenos zoonóticos pueden ser bacterias, virus, parásitos o agentes no convencionales y propagarse a los humanos por contacto directo o a través de los alimentos, el agua o el medio ambiente, que representan un importante problema de salud pública en todo el mundo debido a la estrecha relación  con los animales en el medio agrícola, en la vida cotidiana a través de los animales de compañía y en el entorno natural. Además, de que estas enfermedades también pueden causar alteraciones en la producción  y el comercio de productos de origen animal destinados a la alimentación y a otros usos.

Es de importancia decir, que las zoonosis representan un gran procentaje de todas las enfermedades infecciosas recientemente identificadas, así como de muchas ya existentes. Algunas enfermedades, como la provocada por el VIH, comienzan como una zoonosis pero más tarde mutan en cepas exclusivas de los humanos. Otras zoonosis que pueden causar brotes recurrentes de enfermedades, como la enfermedad por el virus del Ébola y la salmonelosis u otras como la COVID-19 causada por el nuevo coronavirus, tienen el potencial de causar pandemias mundiales.

Según National Library of Medicine, en su artículo “Zoonosis: los lazos que unen a los humanos con los animales”,  el término “zoonosis” proviene de las raíces griegas, zoon que significa animal y nosos, que significa enfermedad. Ya en la era clásica, las personas observaron que ciertas enfermedades parecían pasar de animales a humanos, siendo la rabia un ejemplo notable. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX,  que los conceptos de microbios, contagio, infección y transmisión  fueron dilucidados en su forma moderna, allanando el camino para los campos de la microbiología y la epidemiología. Según esta propia publicación, la definición moderna de una zoonosis es una enfermedad infecciosa o parasitaria cuyos agentes microbianos o parasitarios se transmiten naturalmente entre humanos y otros animales.

En el prólogo de la Publicación Científica y Técnica No. 580 de la Organización Panamericana de Salud, del año 2003, se señalaba: En los años recientes, las zoonosis y las enfermedades comunes al hombre y a los animales han sido objeto de mayor atención en todo el mundo. Las afecciones propias de los seres humanos que tienen origen en los animales infectados, como el SIDA o la enfermedad de Creutzfeldt- Jakob, han puesto de relieve la necesidad de una mejor comprensión de la epidemiología, los mecanismos de transmisión al hombre, el diagnóstico y la prevención y el control de las zoonosis. Los cambios sociales y demográficos también han identificado la importancia de adquirir  y difundir el conocimiento sobre las zoonosis. Por ejemplo, a medida que las personas irrumpen en ecosistemas con los cuales tenían poco contacto y cuya fauna no sea bien conocida, aumenta su exposición a los animales y a las infecciones que estos transmiten.

Más recientemente, la OMSA ha declarado: La pandemia de la COVID-19, una crisis de salud humana derivada de un virus de posible origen animal, puso de manifiesto la relevancia del concepto “Una sola salud” a la hora de comprender y afrontar los riesgos  sanitarios mundiales.  Utilizado a menudo en la coordinación  de los esfuerzos multisectoriales  de prevención, preparación y respuesta a las enfermedades zoonóticas (transmisibles a los animales o vivecersa) este concepto  resulta esencial para el control de  enfermedades zoonóticas prioritarias como la rabia, la influenza aviar o las fiebres hemorrágicas virales como el Ébola. Además, numerosos problemas transversales, como la resistencia a los antimicrobianos, la seguridad alimentaria, el cambio climático y la fragilidad de las infraestructuras sanitarias, deben pensarse desde una perspectiva multisectorial y multidisciplinaria, que garantiza el enfoque “Una sola salud”.

También señala que a la vez que se registra un aumento de los riesgos sanitarios, factores como el cambio climático y el uso de los suelos, las prácticas agrícolas insostenibles, la globalización  y el comercio de animales silvestres constituyen  múltiples oportunidades para que los patógenos evolucionen hacia nuevas formas, aumentando  la frecuencia y la intensidad de los eventos de propagación de enfermedades de los animales a los humanos.

La OMSA promueve el enfoque “Una Sola Salud” reconociendo la interdependencia  entre la sanidad animal, la salud humana y la medioambiental, puesto que la sanidad animal y la del medio ambiente dependen en gran medida de las actividades humanas y de la relación con la naturaleza y que la sanidad de los animales y del medio ambiente también determina la salud de los seres humanos.

Estas y otras razones, debida y científicamente investigadas, justifican nuestro interés profesional en que los lectores conozcan sobre las zoonosis, para que en su práctica cotidiana, asuman medidas para la prevención de estas enfermedades. (ALH)

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