OpenAI presentó un nuevo modelo de inteligencia artificial que, según afirma, puede “razonar” y resolver problemas científicos, de codificación y matemáticos más difíciles que sus predecesores.
El modelo, el primero de una serie llamada OpenAI o1, se presentó el jueves como una versión preliminar, y la empresa afirma que espera actualizaciones y mejoras periódicas. Poco a poco estará disponible para la mayoría de los usuarios de ChatGPT.
“Hemos entrenado a estos modelos para que dediquen más tiempo a pensar en los problemas antes de responder, como haría una persona”, explica el fabricante de ChatGPT en su página web. “A través del entrenamiento, aprenden a refinar su proceso de pensamiento, probar diferentes estrategias y reconocer sus errores”.
Como ejemplos de la potencia de los nuevos modelos, OpenAI señaló que pueden ser utilizados por investigadores sanitarios para anotar datos de secuenciación celular y por físicos para generar “complicadas fórmulas matemáticas necesarias para la óptica cuántica”.
Noam Brown, científico investigador de la empresa, también destacó el potencial de los nuevos modelos de IA. “OpenAI’s o1 piensa durante segundos, pero nuestro objetivo es que las versiones futuras piensen durante horas, días e incluso semanas. Los costos de inferencia serán mayores”, publicó en X el jueves, refiriéndose a los costos —como facturas de energía más elevadas— de utilizar la IA para hacer inferencias a partir de datos de entrada. “Pero, ¿qué costo pagarías por un nuevo medicamento contra el cáncer? ¿Por baterías innovadoras?”, preguntó.
El jueves, altos funcionarios de la Casa Blanca y altos ejecutivos del área de la tecnología estadounidense iban a discutir sobre la enorme sed de energía de la IA. Se esperaba que Sam Altman, CEO de OpenAI; Ruth Porat, alta ejecutiva de Google; y Dario Amodei, CEO de Anthropic, asistieran a la reunión, según dijo a CNN una persona familiarizada con el asunto.
Aunque la tecnología puede ayudar a resolver problemas espinosos como el cáncer y la crisis climática, plantea retos igualmente complejos, entre ellos cómo satisfacer la importante demanda de electricidad que requieren los sistemas avanzados de IA, lo que podría empeorar el calentamiento global.
Según la empresa, el nuevo modelo OpenAI aún no dispone de muchas de las funciones “que hacen útil a ChatGPT”, como navegar por Internet en busca de información y cargar archivos e imágenes. “Pero para tareas de razonamiento complejas supone un avance significativo”, añade.
En las pruebas, OpenAI o1 obtiene resultados similares a los de estudiantes de doctorado en tareas difíciles de física, química y biología, según la empresa. Y en un examen clasificatorio para la Olimpiada Internacional de Matemáticas, la nueva serie de modelos resolvió correctamente el 83% de los problemas. (ALH)