La Administración de Donald Trump respondió a un artículo publicado este sábado por The New York Times, el cual señala que el supertanquero Centuries, interceptado este sábado, no figuraba en las listas de sanciones oficiales.
La portavoz adjunta de la Casa Blanca Anna Kelly afirmó que el buque operaba bajo una «bandera falsa» y formaba parte de una «flota en la sombra» diseñada para el tráfico de crudo.
Según Kelly, la embarcación transportaba petróleo perteneciente a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), lo que lo convertía automáticamente en un objetivo de la Operación Lanza del Sur.
«El petrolero contenía petróleo de PDVSA sancionado. Era un buque de bandera falsa que operaba como parte de la flota fantasma venezolana para traficar petróleo robado», dijo en respuesta al artículo del The New York Times.
La revelación del The New York Times puso en duda la base jurídica del operativo, sugiriendo que la Guardia Costera y el Departamento de Guerra actuaron sin una orden administrativa de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
No obstante, la Casa Blanca desestimó estas críticas argumentando que la procedencia del crudo y el uso de identidades marítimas fraudulentas son motivos suficientes para la interceptación marítima.
Previamente, la agencia Bloomberg confirmó que los 2 millones de barriles de petróleo a bordo pertenecían a una empresa de China.
A pesar de las advertencias sobre posibles violaciones al derecho internacional y a la libre navegación, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, ratificó más temprano que las operaciones de interceptación continuarán de forma inquebrantable. (ALH)
Tomado de Alerta 24
