La decimosexta etapa de La Vuelta, que ha recorrido los municipios gallegos Poio y Mos-Castro de Herville sobre 167,9 kilómetros, ha acabado a ocho kilómetros de la línea de meta debido a las nuevas protestas a favor del pueblo palestino, según informaron los organizadores de la ronda española a través de Radio Vuelta. Las protestas han derivado en cargas policiales e identificaciones de varias personas.
“Debido a una protesta que está bloqueando la carrera, el ganador de etapa y los tiempos para la clasificación general se decidirán a ocho kilómetros para la línea de meta”, informó La Vuelta en su web oficial.
Agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional han intervenido en la protesta de las numerosas personas que se concentraban en el alto de San Cosme e impedían el paso de la comitiva de la Vuelta, lo que provocó momentos de tensión entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
Las asociaciones encargadas de organizar las protestas han reportado la detención de al menos una persona. Aunque fuentes de la Delegación del Gobierno han trasladado a EFE que, por el momento, no se habían producido detenciones, pese a que varios de los manifestantes propalestinos han sido identificados por los agentes.
Cerca de un millar de personas han secundado las protestas convocadas por el colectivo Galiza por Palestina para denunciar la invasión militar de Israel en el territorio ocupado de Gaza al paso por Pontevedra de la caravana ciclista de La Vuelta con el clamor de “no es una guerra, es un genocidio”.
En el caso de la ciudad de Pontevedra, donde la convocatoria ha tenido mayor respaldo, los manifestantes se han concentrado en dos puntos, en el puente de A Barca y en la rotonda de la calle Manuel del Palacio, ambos plagados de banderas palestinas.
Gritos como “No es una guerra, es un genocidio” pero también “Las niñas de Gaza no son una amenaza”, además de “El sionismo es terrorismo” o “Israel asesina, La Vuelta patrocina” se han sucedido a medida que el pelotón pasaba por las inmediaciones de los concentrados.
La comitiva de La Vuelta ha tenido que circular entre abucheos y silbidos, especialmente en el caso de los vehículos del equipo israelí.
Un amplio despliegue de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional estuvo controlando en todo momento a los manifestantes para impedir que interrumpieran el transcurso de la prueba. (ALH)
Tomado de Público