El 29 de agosto llegará, como cada año, el Festival Internacional de la Rumba Timbalaye a la provincia Matanzas, para destacar el patrimonio de la herencia africana en Cuba, el Caribe y América Latina, con una mirada especial a la voz del legado congoleño.

En la Atenas de Cuba tendrán lugar un encuentro con los congos en el Castillo de San Severino, Museo de la Ruta del Esclavo, donde las palabras de bienvenida estarán a cargo de la directora de la institución, Isabel Hernández Campos, la conferencia Casa Templo Siguaraya, en Jagüey Grande, a cargo de Humberto Rodríguez, historiador del municipio y la presentación de la Agrupación Afrocuba de Matanzas.

El recorrido por el centro histórico de la ciudad llegará al Museo de Arte de Matanzas Lorenzo Padilla para la inauguración de una muestra especial de piezas de la Colección Padilla y la actuación del grupo portador Oggún Alaguarde, del municipio Pedro Betancourt y la visita e intercambio con la agrupación Los Muñequitos de Matanzas y la Academia La Rumba soy yo, en la calle Manzano entre Jovellanos y Matanzas donde ofrecerán una lección de rumba.

Este año, el programa incorpora un eje temático de descolonización cultural, que incluye clases magistrales, coloquios, encuentros teóricos y visitas a maestros y portadores de la tradición afrocubana en barrios y comunidades para hacer coincidir el patrimonio cultural y el compromiso social, involucrando a jóvenes y niños en la transmisión de saberes.

A nivel nacional del 25 al 31 de este mes se desarrolla un recorrido amplio y plural, con invitados de México, Italia y Panamá. Cada provincia integrará sus particularidades culturales al programa, de la mano de sus direcciones provinciales de cultura, grupos portadores y líderes comunitarios.

Entre las propuestas se incluyen ferias culturales para fortalecer los vínculos comunitarios alrededor de la rumba, talleres, espectáculos en plazas públicas, conciertos, coloquios y encuentros en las comunidades con líderes y cultores emblemáticos, entre otras acciones, en barrios de La Habana, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara donde acontecerá la clausura será el 31 de agosto en Villa Clara con actividades en municipios como Camajuaní, Placetas, Ranchuelo y Sagua la Grande, donde cerrará el programa nacional coincidiendo con la conmemoración del aniversario de la Coronación del Presidente y Rey Bantú del Cabildo Kunalumbo San Francisco de Asís.

El Festival Internacional de la Rumba Timbalaye se organizó este 2025 a partir de líneas temáticas con una estructura muy arraigada en nuestros ancestros, desde las Voces ancestrales, para identificar los cantos y la oralidad; Tras las huellas del legado, para enfatizar esa tradición oral; El legado en la danza, por la importancia de fomentar esa herencia del movimiento de nuestro cuerpo el cual trasmite el conocimiento que lo preserva; y Viviendo en los barrios, porque es en la comunidad donde se pueden presenciar esos saberes y experiencia, además de que en cada territorio podemos vivir esas expresiones de patrimonio vivo relacionado con los congos.

La XVII edición de Timbalaye se propone resaltar la oralidad, las danzas y los cantos congos y su influencia en la identidad cultural contemporánea, así como toda la riqueza cultural dejada por esta etnia, la transmisión y preservación del patrimonio africano en Cuba, el Caribe y América Latina, destacaron los organizadores del evento.

Con el lema ¡Hay un congo, cará!, este año la Ruta de la Rumba visibilizará lugares emblemáticos que preservan la cultura de los congos, tanto dentro de la cultura local como en la popular tradicional, al tiempo que refuerza el poder transformador de la cultura afrocubana para las generaciones presentes y futuras, reafirmando su lugar fundamental en el panorama cultural de Cuba y el Caribe.

Por primera vez el verde regirá en el Festival Timbalaye, un tono que representa la energía de ese grupo traído desde África, color asociado también a la vida, a la renovación; que simboliza la energía y la fuerza de los congos junto a la siguaraya, distintiva de la cultura popular cubana y de nuestra herencia.

Una de las particularidades de esta edición es la incorporación de un compromiso medioambiental, que dialoga con el sentido de protección y resistencia cultural. Se ha elegido a la siguaraya, árbol emblemático dentro de la cosmovisión afrocubana, como símbolo de vida, energía y protección.

La iniciativa incluye la siembra simbólica y real de siguarayas en todas las provincias del país durante los días del festival. Este acto representa unidad, memoria colectiva y renovación. Además, busca sensibilizar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, desde un enfoque cultural y comunitario.

El color verde, asociado a esta planta sagrada, se sumará al gris, históricamente vinculado a la resiliencia, como imagen visual del encuentro, reforzando la alianza entre tradición y sostenibilidad.

Este evento se ha consolidado como uno de los principales espacios para la preservación y celebración de la identidad cultural cubana y su poderosa herencia africana.

El Festival Internacional de la Rumba es un promotor internacional de la cultura cubana fundado en el 1999 por Castillo, María Elena Mora y Ulises Mora, para defender y preservar la Rumba, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un género que conecta a la isla con el mundo.

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