El primer Trabajo Comunitario Integrado en el municipio de Pedro Betancourt se desarrolló en el círculo social del barrio en transformación de las cercanías del antiguo central Cuba.
Con la participación de delegados de las diferentes circunscripciones betancoureñas, el encuentro devino espacio para la socialización de experiencias en cuanto a la transformación de los barrios y la participación popular.
“El trabajo comunitario integrado necesita una gran cooperación de la población y de todas las instituciones que confluyen en la comunidad. Permite aglutinar alrededor del delegado, que es la figura cimera que organiza el trabajo comunitario integrado, todos los esfuerzos en aras de ir solucionando cuestiones que preocupan a la población”, explicó Nereida Cárdenas Pumariega, delegada de la Circunscripción 2 de Pedro Betancourt.

El trabajo comunitario integrado constituye uno de los principales indicadores que miden la efectividad de la gestión gubernamental. Entre los proyectos con mejores resultados se destacan El delegado y yo, Esperanza viva y Siembra tu pedacito.

“En mi circunscripción hemos trazado muchas estrategias en aras de transformar lo negativo. Conocemos la situación que vive el país, así que desde el barrio aportamos nuestro granito de arena para producir alimentos, sanear y embellecer la comunidad y apoyar a las familias que viven en situación de vulnerabilidad”, aseguró Isamary Pérez Fernández, delegada de la Circunscripción 10 de Bolondrón.
Múltiples fueron las iniciativas presentadas por los proyectos que acercan a la comunidad a la defensa de las raíces campesinas, el deporte, la producción de alimentos y la cultura en sentido general. (ALH)