Entre los grandes cantantes soneros y boleristas cubanos destaca el nombre de Roberto Faz. Conocido como la voz de Regla, nacío en el ultramarino barrio habanero el 18 de septiembre de 1914.
Proveniente de una familia muy humilde tuvo varios trabajos entre ellos conductor de ómnibus y cantinero. Simultáneamente, guitarra en mano, descargaba por los bares de su pueblo. Por aquel entonces se vivía en La Habana la explosión del son.
Con apenas trece años, Roberto Faz empezó como vocalista en el sexteto Champán Sport en Guanabacoa.
El también percusionista y cantante cubano, caracterizado por su excelente voz e interpretación sonera, con agudo timbre, incursionó en diversos géneros de música tropical, tales como el son montuno, la guaracha, el bolero y el danzonete.
En 1930 Robertico era reclamado para formar parte de diversos septetos como el Ultramar y se profesionalizó como cantante en un cabaret llamado Hit.
Con si preparación y talento llegó a cantar en la orquesta Habana, en 1938; en la Cosmopolita, y Los Hermanos Palau, en el aristocrático cabaret Sans Souccí, lo más grande del show en aquellos tiempos. En 1939 llegó a ser artista exclusivo de la CMQ de Prado y Monte.
El musicólogo Helio Orovio expresó sobre Faz: «con su peculiar voz, una de las figuras más completas y aglutinantes que ha conocido nuestra música popular».
En 1941 se presentó en el cabaret del Hotel Nacional con la orquesta de Osvaldo Estivil, en la cual también cantó Tito Gómez. Y en 1944 se encontraba nada menos que con Alberto Ruiz en el conjunto Kubavana.
Robertico poseía un estilo único que influyó en casi todos los boleristas. Su manera fluida, callejera y natural, de cantar la seguirían Orlando Vallejo, Fernando Álvarez y muchos más.
Miguelito Cuní dijo de Roberto Faz: «Hombre, amigo, compañero, como sonero, extraordinario. Fue el primer blanco en cantar sones».
En ese mismo año de 1944 llegó para Roberto Faz la gran oportunidad de su vida: el Conjunto Casino de Roberto Espí. Con esa agrupación viajó a Estados Unidos y América Latina. En 1948 grabaron para la RCA Víctor; dominaron la radio y la televisión. Se mantuvieron un tiempo en la marquesina del Hotel Saratoga y en Radio Cadena Habana, la emisora musical de Cuba.
Ya para 1956 se formó Roberto Faz y su conjunto, compuesto por unos once músicos, con una sección de cuatro trompetas, apegada a la tradición y el estilo que creó Arsenio Rodríguez. En esa etapa estuvo en Cayo Hueso, Tampa y Panamá, mientras que en 1958 realizaron una gira por Centro y Sudamérica con un soberano éxito.
En 1961 grabó el bolero Comprensión de Cristóbal Dobal, un súper éxito; Como vivo en Luyanó, son de René Barrera y Cositas que tiene mi Cuba, son-montuno de Parmenio Salazar.
Entre sus temas más recordados están: «Píntate los labios, María», «El pregón de la montaña», «El retozón», «Suena tu bongó», «Oiga compadre» y «Te traigo mi son».
El 26 de abril de 1966, en pleno auge del mozambique y el dengue falleció Roberto Faz. Tres años atrás había desaparecido Benny Moré.
Se le recuerda principalmente como bolerista; pero sus músicos popularizaron, luego del fallecimiento de Faz, una serie conocida como los Mosaicos, cada uno con varios boleros a modo de popurrí-. Su repertorio también incluía en cifra nada despreciable, sones, guarachas, mambos, rumbas y congas.
Otra personalidad tan importante dentro de lauaica cubana como Tito Gómez, sentenció sobre Faz: » Ell mejor sonero blanco que dio Cuba».