El Sumo Pontífice llamó durante esa ceremonia en las últimas horas del Sábado Santo a “la victoria de la vida sobre la muerte, el triunfo de la luz sobre las tinieblas, el renacimiento de la esperanza entre los escombros del fracaso”.
Ante más de seis mil fieles que participaron en la ceremonia efectuada en la basílica vaticana de San Pedro, la cual inició a las 19:30 hora local del 30 de marzo último, el Papa pronunció su homilía, donde se refirió a “los cierres que frenan nuestros arrebatos de generosidad y no nos permiten abrirnos al amor”.
El Obispo de Roma se refirió a los fracasos y los miedos “que nos impiden realizar cuanto bien que tenemos en el corazón”, a “los cierres que frenan nuestros arrebatos de generosidad, que no nos permiten abrirnos al amor”, y a los “muros de goma de egoísmo e indiferencia”, que impiden construir sociedades “más justas y humanas”.
“Ninguna experiencia de fracaso y de dolor, por mucho que nos duela, puede tener la última palabra sobre el sentido y el destino de nuestra vida”, afirmó Francisco, y reafirmó que “Ninguna derrota, ningún sufrimiento, ninguna muerte podrá detener nuestro viaje hacia la plenitud de la vida”.
Esa ceremonia religiosa católica, que se extendió en la madrugada para conmemorar la Resurrección de Jesús, comenzó con la iglesia a oscuras, iluminada luego con un fuego en el atrio, del cual se encendió el Cirio Pascual, una vela que simboliza a Cristo Resucitado.
Se trata de la celebración litúrgica más prolongada del Triduo Pascual, que inició el pasado 28 de marzo, Jueves Santo, con la Misa Crismal, efectuada a las 09:30 hora local en la basílica vaticana, tras la cual, a las 16:00, visitó la cárcel de mujeres de Rebibbia, en esta capital.
En ese penal Francisco compartió con unas 200 reclusas que se reunieron en el campo de fútbol del centro, donde tuvo lugar la misa en Coena Domini, y tras la misma lavó los pies de 12 de esas mujeres encarceladas, de diferentes nacionalidades y religiones.
El Viernes Santo el Sumo Pontífice presidió a las 17:00 hora local la ceremonia de la Pasión del Señor, en la Basílica de San Pedro, luego del cual tuvo lugar el Vía Crucis en el Coliseo, que inició a las 21:15, pero esta vez sin su presencia.
El Papa Francisco presidirá hoy la Santa Misa del Domingo de Pascuas en la Plaza de San Pedro, cuyo inicio está previsto para las 10:00 hora local tras la cual, en horas del mediodía, pronunciará el tradicional mensaje Urbi et Orbi (A la Ciudad y al Mundo), con el cual concluyen las ceremonias de Semana Santa. (ALH)