La Gran Pirámide de Giza, con un peso estimado superior a los 6 millones de toneladas, ha asombrado a arquitectos e ingenieros por su extraordinaria estabilidad a lo largo de más de 5.000 años.
A pesar de las violentas actividades sísmicas en la región, la pirámide ha experimentado un hundimiento de menos de 1,5 centímetros, un fenómeno que resulta excepcional comparado con las edificaciones modernas, que usualmente ceden varios centímetros en un lapso mucho menor.
Esto se debe, en parte, a la elección meticulosa del terreno en Giza, considerado uno de los pocos lugares en el mundo capaz de soportar tal peso sin deformarse.
Los antiguos ingenieros nivelaron el suelo con una precisión de un centímetro en 230 metros, lo que ha llevado a los expertos a cuestionar si los constructores egipcios poseían un conocimiento técnico más avanzado de lo que se creía, o si aún no hemos comprendido del todo sus habilidades.
Tomado de Cienciatum