Taymí Martínez Naranjo es matancera, cirujana, madre, directora del hospital provincial Faustino Pérez y diputada del Parlamento Cubano.

«Nací en el barrio Reynold García, pero mis padres son campesinos: mi madre es de Ibarra y mi padre de Camajuaní, en Santa Clara», comenta la joven para la que Matanzas significa una ciudad de la que nunca quisiera alejarse.

La niñez de Taymí estuvo marcada por varias enfermedades, razón por la que desde muy pequeña vio en los médicos una figura salvadora, de esperanza y seguridad, sentimientos de donde proviene su vocación por la medicina.

Graduada con Título de oro, tras pasar su servicio social en sitios del Plan Turquino como Hatos de Jicarita y varias misiones internacionalistas en Venezuela, Martínez Naranjo escogió la cirugía general como rumbo.

«De la especialidad me gustaba hasta el olor de los salones de operaciones, además de esa sensación de poder reparar lo que puede «estar roto» en los pacientes.»

La misión de tomar las riendas del mayor centro hospitalario de la provincia de Matanzas, el Hospital Clínico Quirúrgico Faustino Pérez, llegó en un momento muy complejo para el sistema de salud cubano.

Durante la pandemia de la Covid-19 esta joven cirujana se armó de un equipo multidisciplinario dispuesto a superarse para echar a andar, en favor del pueblo, el hospital provincial matancero.

«Fueron momentos muy difíciles en los que se diagnosticaban tres mil casos de Covid-19 en nuestra provincia. Nos afectaba mucho la falta de insumos médicos. Vivimos los momentos más críticos de la falta de oxígeno, un medicamento que no puede sustituirse por ningún otro, pero, sobre todo, la falta de información, el tener que enfrentarnos a una enfermedad de la que íbamos aprendiendo sobre la marcha.»

Además de los difíciles años de la pandemia del coronavirus en Matanzas, Cuba y el mundo, los profesionales del centro de salud enfrentaron varios de los momentos más sensibles para la atención médica en el territorio, como el incendio en la Base de Supertanqueros de la Zona Industrial matancera y el fatídico accidente en la chimenea de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras.

«Fue increíble el apoyo que recibimos durante la misma madrugada en la que sucedieron las explosiones en Supertanqueros. Los médicos, enfermeras y personal de apoyo subían hasta el hospital para ayudar sin ser llamados siquiera. Son momentos duros en los que además lidiamos con el sentimiento de atender a las familias y ofrecerles atención psicológica ante un evento tan difícil».

Las transformaciones en el Hospital provincial Faustino Pérez suceden a diario. La reconstrucción de salas, reparación del Cuerpo de guardia y el cuidado del capital humano demuestran la motivación del Consejo directivo del centro por mejorar el servicio médico brindado al pueblo.

«Creamos una cafetería intrahospitalaria, con un servicio de 24 horas; tenemos un mercado agropecuario, una tienda de productos industriales e iniciamos los Meses de la Ciencia, que funcionan como una jornada científica para cada una de las especialidades. Trabajamos además en recuperar el jardín de orquídeas del centro, y trasmitimos música incidental que llame a la calma en nuestra institución, entre otras inciativas», explicó Taymí.

La candidatura a diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio de Matanzas tomó por sorpresa a Taymí.

Su humanismo y sensibilidad caló en el pueblo matancero en varios recorridos por el municipio. Allí sintió aun más la responsabilidad de representar en todo momento al pueblo.

«Como directora del Hospital provincial y doctora me mantengo en contacto con las personas a diario, pero nunca como durante los recorridos como candidata. Conocer la realidad de todos los matanceros, sus preocupaciones, te hace responsable y te motiva a trabajar para resolver todo lo que se pueda.»

Como diputada del Parlamento cubano, compuesto en su mayoría por mujeres, esta joven matancera asegura que hay varios proyectos en los que le gustaría trabajar y se siente motivada.

Martínez Naranjo posee como motivación diaria creer en el futuro y trabajar para alcanzarlo por su ciudad, por la medicina y, como madre de una niña pequeña, también posee la sensibilidad de «despertar cada día con ganas de mejorar».

Para Taymí las responsabilidades y retos significan experiencia y voluntad de participar en la transformación diaria de la realidad social cubana, para hacer de sus logros beneficios colectivos. (ALH)

By Anylisec Grau Boffill

Cubana, feminista, de izquierdas, periodista. Viviendo en gerundio.

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