En junio de 1884 José Martí publicó en la revista La América, de Nueva York, el artículo titulado “Cansancio del cerebro”.
El cerebro siempre se consideró, dentro de la anatomía humana, un órgano enigmático. Así se reflejó en la historia de la medicina desde la época antigua. Fue considerado, indistintamente, como un órgano sin importancia y también el centro de toda la actividad fisiológica. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los avances de la biología, en especial de la evolución, estimularon las investigaciones en torno al cerebro. Hoy, las neurociencias ocupan un lugar especial en el desarrollo de la investigación científica a nivel mundial
Brain exhaustion, with some preliminary considerations on cerebral dynamics, fue el título de un libro que publicó James L. Corning en 1884. Por las novedades que mostró acerca del cerebro humano, fue comentado y elogiado por prestigiosas revistas científicas de Europa y los Estados Unidos. Lo editó la Appleton and Company, prestigiosa casa impresora de Nueva York, donde un cubano trabajaba como traductor y editor. Su nombre era José Martí.

Esta coincidencia posibilitó que José Martí conociera el contenido del libro de Corning. Pero, además, pudo leer la reseña bibliográfica que apareció en las páginas de la revista The Eclectic Magazine of Foreign Literature, Science, and Art, publicada en Nueva York. Esta le sirvió de base para escribir el artículo en el cual comentó, elogió y divulgó su contenido.
El autor
James Leonard Corning (1855-1923), fue un destacado neurólogo y cirujano estadounidense. Estudió química y fisiología en Alemania, a donde su familia emigró durante la Guerra de Secesión. Se graduó de médico en 1878. Antes de volver a Estados Unidos estudió en las clínicas de Viena, París y Londres. Trabajó en hospitales y manicomios del estado de Nueva York. Formó parte de diversas organizaciones médicas, como la Sociedad Neurológica de Nueva York, la Academia de Medicina, la Sociedad de Jurisprudencia Médica y la Asociación Neurológica Americana.

Demostró, por primera vez, la factibilidad de la anestesia espinal o raquídea, a partir del uso de la cocaína, con lo cual inscribió su nombre en los libros de historia de la medicina. También estudió la epilepsia y los trastornos depresivos. Colaboró en varias revistas médicas. Fue un precursor de las terapias modernas de neuroestimulación. Estuvo entre los primeros que propuso utilizar la música como tratamiento para la neurastenia y las enfermedades mentales.
Otras de los libros que publicó fueron Carotid compression and brain rest (1882) y Local anaesthesia in general medicine and surgery, being the practical application of the author’s recent discoveries (1885). También fue autor de A treatise on hysteria and epilepsy, with some concluding observations on epileptic insomnia (1888) y Pain in its neuro-pathological, diagnostic, medico-legal and neuro-therapeutic relations (1894).
El libro
La traducción literal al español del título del libro de Corning es Agotamiento del cerebro, con algunas consideraciones preliminares sobre la dinámica cerebral. Por esta razón, en el artículo que publicó en la revista La América, de Nueva York, José Martí lo tradujo como “Cansancio y agotamiento del cerebro”. Así comenzó el análisis del Apóstol:
“J. Leonard Corning acaba de publicar, por medio de la casa de Appleton, un libro sobre Cansancio y agotamiento del cerebro, que parece notable”.
Con las palabras del autor, el cubano presenta a los lectores de La América, de forma rápida, la esencia del libro:
“Jamás, dice con razón el autor del libro, han tenido que pensar los hombres tanto como ahora; ni tampoco han sido jamás tan numerosos los factores que ejercen una influencia dañosa en el mecanismo cerebral. Todo empuja, precipita, exaspera, exacerba, arrastra. Se tiene miedo de quedarse atrás. Se quiere ir, por arrogancia humana y por tener segura la subsistencia, al nivel de todo lo que se ve. Todo es ferrocarril, teléfono, telégrafo. La actividad es tremenda, el sueño inquieto, el ansia permanente. Las fuerzas no se reparan en el grado en que se pierden. Se siente que la vida en estas grandes ciudades, se consume, adelgaza y evapora. La situación general mejora; pero antes que ese cambio favorable en la condición humana quede definitivamente asegurado muchos habrán perecido en esta carrera vertiginosa en que se está haciendo la mudanza. Ni médicos ni fisiólogos niegan que la demencia como una enfermedad, no ha sido nunca tan frecuente como ahora. Y es que falta también, en la mayor parte de los individuos, la esperanza en lo futuro, por lo que se dan con prisa de avariento a los goces que se tienen a la mano en esta vida”.

A continuación, hizo mención a la aceptación que había tenido la obra. Resaltó, al mismo tiempo, cómo el autor estadounidense había establecido una estrecha relación entre la actividad cerebral y los avances de la física como ciencia. Al respecto señaló:
“El libro nuevo de Corning es bastante leído. Funda sus cálculos en la ley de la convertibilidad de las fuerzas. Sube y baja la energía en el cerebro con tanta regularidad como asciende y desciende la marea. Corning saca juiciosas deducciones de la comparación estrecha y sostenida entre esta acción física de la naturaleza y la acción cerebral”.
A continuación, José Martí citó un fragmento del libro:
“«Si puede demostrarse, dice, que una libra de fuerza es la suma exacta de los factores que han concurrido en producirla, así puede demostrarse que la capacidad del cerebro para el trabajo es susceptible de ser calculada con tal aproximación que sea una guía fidedigna para todas las resoluciones en que este dato tenga que ser tomado en cuenta»”.

Esto le permitió, además, demostrar admiración por el contenido científico del texto:
“De cifras parecen, más que de palabras, las páginas del libro; y como operaciones matemáticas desenvuelve Corning sus vigorosos argumentos. El laboratorio ha entrado ya en la literatura”.
Expuso después el Apóstol cubano las causas que, según Corning, causaban el agotamiento cerebral:
“Considera el autor las varias causas que conducen al apocamiento del cerebro: el hábito de fumar, el abuso de los goces sexuales, la irregularidad de los hábitos, el recargo del trabajo, ya mercantil o literario, la prisa y el desbarajuste, los falsos métodos de educación; y en esta interesante parte ocupa la mayor y no la menos notable porción de su libro”.
La sección dedicada a estos aspectos que provocaban el cansancio cerebral, se tituló “Causation” y contiene los capítulos del IX al XIII. Estos fueron: IX. “Predisposing causes of brain exhaustion, X. “False educational conceptions and methods”, XI. “Exciting causes of brain exhaustion”, XII. “Effects of tobacco and alcoholic excesses on the brain” y XIII. “Mental hygienics”.
José Martí hizo suyo el último párrafo de la reseña publicada en The Eclectic Magazine…:
“He concludes with a summary of the principles of brain-hygienics, and indicates very clearly how brain exhaustion may be remedied before the final and inevitable result comes. In these latter chapters the author discusses the relation of blood to muscle and brain, the relation of food to mental phenomena, rest, especial medication, etc. The book is admirably written. The style is simple, direct, lucid, with as much avoidance as possible of technical terms and purely professional logic. It is a timely work, which every thinking man can read with interest without being a physician. Brain-workers everywhere, and in these days every man must be a brain-worker if he would rise above the condition of the day-laborer or mere mechanic, can study this able digest with both profit and pleasure.”
Por esta razón, escribió en La América a modo de conclusión:
“Concluye con un resumen de los principios de la higiene del cerebro; y enseña cómo puede remediarse el cansancio cerebral antes de que llegue a ser tal que ya no tenga remedio”.
“En este libro se estudian: la relación de la sangre a los músculos y al cerebro; la del alimento a los fenómenos mentales, los beneficios del descanso, la medicación especial que al cerebro conviene”.

Por último, José Martí tradujo el último párrafo de lo publicado en la revista neoyorkina:
“«El libro, dice el Eclectic Magazine, está admirablemente escrito. El estilo es simple, directo, lúcido, como conviene a una obra de enseñanza, sin muchos términos técnicos, ni esas lógicas en que los pedantes se deleitan y solo están bien para la gente de la profesión. No se necesita ser médico para leer con interés esta obra. Todo hombre pensador puede leerla con placer y provecho. Todo el que trabaja con el cerebro (y hoy no hay quien lo tenga desocupado) sacará ventaja del estudio de este libro»”.
Comparar la traducción martiana con el texto original en inglés, permite visualizar la forma en que captó la idea central. Y, sobre todo, cómo lo enriqueció para darlo a conocer a los lectores hispanoamericanos:
“The book is admirably written. The style is simple, direct, lucid, with as much avoidance as possible of technical terms and purely professional logic. It is a timely work, which every thinking man can read with interest without being a physician. Brain-workers everywhere, and in these days every man must be a brain-worker if he would rise above the condition of the day-laborer or mere mechanic, can study this able digest with both profit and pleasure”.
“Cansancio del cerebro”, fue un artículo de José Martí publicado en la revista La América, de Nueva York, en junio de 1884. Como texto científico y bibliográfico, demuestra la amplitud de la cultura científica martiana y las fuentes de las cuales se nutrió. Es un fiel exponente de la labor que desarrolló el Apóstol cubano en favor de la divulgación de la ciencia en los pueblos de Nuestra América.