Foto: Yorexi Cordero Horta

Matanzas en su identidad cultural: Entrevista a Guillermo Jiménez Pérez

La ciudad de Matanzas es conocida por su rica historia y su vibrante escena cultural.

Desde sus edificaciones coloniales, hasta los ritmos contagiosos que resuenan en sus plazas, la identidad matancera transmite aires de tradiciones africanas, europeas y caribeñas.

La Atenas de Cuba deja huellas imborrables en quien sea que la habite o visite.

El Doctor en Ciencias de la Educación, Guillermo Alfredo Jiménez Pérez, Presidente del Consejo Científico de Ciencias Sociales y profesor de la Universidad de Matanzas, nos ofrece su visión sobre la identidad cultural matancera, desde su experiencia como gestor de proyectos socioculturales e investigador del patrimonio cultural.

Guillermo Alfredo Jiménez Pérez. Foto: Cortesía del Entrevistado

¿Qué es Identidad Cultural?

La identidad cultural es el conjunto de elementos que caracterizan a una persona, grupo social, comunidad, o nación. Son los rasgos culturales que lo distinguen y lo hacen único ante el resto de las culturas.

Esta se manifiesta a través de su patrimonio local y nacional.

La identidad cultural se distingue por su moralidad, tradiciones orales, prácticas gastronómicas y artísticas. La manera de hablar y de proyectarse, los términos utilizados, los colores emblemáticos, y los símbolos.

Esta no es un fenómeno estático, sino dinámico, que se forma con el avance del tiempo. ¿Dónde se evidencia? En las generaciones, en cómo cada individuo o grupo social se representa en su cultura, su historia, su política y su cosmovisión del mundo.

Parque de la Libertad Foto: Yorexi Cordero Horta

Hablemos de la identidad cultural matancera ¿Cómo usted la describiría?

Presente en su música, su danza, inmuebles, recursos naturales y su argot, la identidad matancera está arraigada a sus tradiciones. Es fácil reconocer a un matancero por su desenvolvimiento.

En la contemporaneidad hay varios factores que inciden en nuestra identidad cultural. Quizás las nuevas generaciones desconozcan muchos elementos que nos representaron en siglos pasados, pero todavía existen elementos que se corresponden con nuestro pasado.

Vemos a estos jóvenes utilizar el corredor de Narváez, pescar en la bahía, bordar, tejer.

Hace unos años, los estudiantes matanceros que buscaban especializarse en artes, debían viajar a otros lugares. Actualmente contamos con la Escuela Taller, donde se fusionan los elementos culturales del resto de academias que en un pasado figuraban como la única opción.

Nosotros como matanceros tenemos rasgos que nos identifican, que forman parte de nuestro patrimonio. Ya sea material o inmaterial.

Si se le pregunta a un matancero por la identidad de su ciudad, puede que le hable de la Bahía, el Teatro Sauto, la Ermita de Monserrate, el Valle de Yumurí, la Loma del Pan, los ríos y puentes. Mencionarán a la rumba, el danzón, el punto guajiro, y el folklore. También hablarán de las figuras emblemáticas de la cultura matancera como Carilda Oliver y Dámaso Pérez Prado; y de otros que no siendo matanceros, nos distinguen por la huella que dejaron.

Teatro Sauto. Foto: Yorexi Cordero Horta

Como es común en cualquier proceso social, la identidad matancera se ha transformado ¿En qué aspectos cree que se noten más estos cambios?

Cada generación tiene una cosmovisión diferente y esto está condicionado por múltiples factores como los políticos, económicos, tecnológicos, las nuevas tendencias, ritmos… Aunque existen elementos que tradicionalmente nos distinguen, otros se van construyendo y modificando.

Los cambios son necesarios, no siempre muy buenos y no siempre tan malos.

No podemos emitir juicios sin valorar las condiciones sociohistóricas y el cómo lo perciben los portadores de esos aspectos.

Muchos factores de nuestra cultura se han transformado, y desafortunadamente han perdido o se ha descuidado su valor. Podríamos hablar de las tradiciones orales como el pregón, que actualmente difiere bastante del que se utilizaba en el siglo pasado, ante la carencia de versos más elaborados y hasta poéticos.

Con las nuevas tecnologías, se han transformado numerosas prácticas sociales, como las tradiciones campesinas y gastronómicas.

El patrimonio es algo que se deteriora con mucha facilidad. Hay elementos que no podemos perder, pues son nuestros símbolos y emblema. Por ello hay que trabajar junto a las instituciones, organizaciones, la academia y la propia sociedad como protagonista de sus procesos.

No necesitamos regresar a estas tradiciones, pues su transformación ha surgido de los propios cambios socioeconómicos, políticos y sociales de nuestra sociedad. En cambio, debemos preservarlos.

Se hacen necesarias las investigaciones a partir de los estudios sobre el patrimonio y la identidad, preservar en memorias documentales todos estos elementos para que puedan ser estudiados y conservados.

Los museos tienen la tarea de integrar a la comunidad en estos procesos. Es importante que las personas conozcan lo que formó parte de su identidad y cómo se ha transformado, que lo identifiquen como algo propio.

Enfatizar en la educación de valores, en la defensa de lo autóctono, la socialización de esos rasgos que nos hacen únicos y que en ocasiones, son víctimas de fetichismo cultural.

Foto: Yorexi Cordero Horta

Acerca Loretta Cintra Stimo

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Un comentario

  1. Guillermo Alfredo Jiménez Pérez

    Muchas gracias a la joven periodista Loretta Cintra por la entrevista.
    Preservemos el pasado, construyamos el futuro y portemos nuestra identidad.

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