En la provincia de Matanzas diversas evidencias recuerdan la triste tragedia del fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina el 27 de noviembre de 1871.

Matanzas ha estado muy ligada a la historia de los acontecimientos que desembocaron en los fatídicos hechos del 27 de noviembre de 1871. Un matancero, Carlos Verdugo Martínez, se contó entre los injustamente fusilados y otros varios entre los procesados y condenados. Personalidades nacidas en esta provincia estuvieron, en mayor o menor medida, implicados en las actividades de vindicación y homenaje a los estudiantes. Son variados los hechos históricos y las evidencias materiales que reflejan la relación de Matanzas con este triste pasaje de nuestra historia. En este capítulo se rememoran algunos de ellos.

Estudiantes matanceros en el 27 de noviembre de 1871

Una foto de 1903

En 1903 la revista El Tipógrafo, semanario obrero que existió entre 1901 y 1903, insertó en sus páginas una foto del monumento a los estudiantes fusilados en el Cementerio de Colón, en La Habana. Esta fue una de las primeras veces en que la prensa matancera dio a conocer ese lugar.

Foto en El Tipógrafo. Archivo del autor.

Los poemas de dos poetas nacionales

En 1904 la revista matancera El Estudiante dio a conocer dos poemas acerca del 27 de noviembre. El autor de “A los estudiantes”, era Bonifacio Byrne, mientras que “27 de noviembre”, pertenecía a un joven de 18 años llamado Agustín Acosta. En aquella fecha Byrne ya era reconocido como el Poeta Nacional, mientras que Acosta, años después, también ostentó ese título honorífico.

Poema “A los estudiantes”, de Bonifacio Byrne, 1904. Archivo del autor.
Poema “27 de noviembre”, de Agustín Acosta, 1904. Archivo del autor.

Dos poemas a los estudiantes

José Gumersindo Villa y Guerry fue un escritor matancero, que se destacó como masón. Nació en Matanzas el 13 de enero de 1850 y falleció en la misma ciudad, el 6 de abril de 1921. Este autor dedicó dos poemas a los estudiantes fusilados en 1871. El primero se tituló “Ante el monumento de los estudiantes” y fue publicado en la revista Cuba y América, de fecha 26 de noviembre de 1905, vol. XX, no. 9, p. 139, número consagrado a recordar a los mártires del 27 de noviembre.

Poema “Ante el monumento de los estudiantes”, de José G. Villa, 1905. Archivo del autor.

El segundo fue “Apoteosis”, que vio la luz también en las páginas de Cuba y América, año XIII, vol. XXX, no. 5, diciembre 1909, p. 70. En un homenaje que el Ateneo de Matanzas le tributó a Villa en 1950, con motivo del centenario de su nacimiento, fue leído el poema “Ante el monumento de los estudiantes”.

Poema “Apoteosis”, de José G. Villa, 1909. Archivo del autor.

Lápida en casa de Carlos Verdugo

Durante la década del 20 del pasado siglo, el Colegio de Estudiantes de Matanzas consagró al 27 de noviembre una tarja conmemorativa en la casa natal del joven Carlos Verdugo, ubicada en la calle Isabel Primera, entre Vera y Navia, Versalles, ciudad de Matanzas, lugar que con los años se convirtió en escenario para encuentros de homenaje a los estudiantes fusilados.

Lápida en la fachada de la casa donde nació Carlos Verdugo. Archivo del autor.

El monumento en Colón

El 27 de noviembre de 1946 se develó, a las 4.00 pm, en la ciudad de Colón un monumento a los estudiantes de medicina. La obra fue realizada por el escultor habanero Fernando Boada. Su erección fue gestada por los profesores y estudiantes del Colegio de Segunda Enseñanza «Colón». Para ello realizaron diversas actividades como bazares, representaciones teatrales, colectas, donaciones, que permitieron recaudar los recursos financieros necesarios. El monumento consiste en un sólido bloque de mármol blanco de las canteras de Isla de Pinos, ubicado sobre una base confeccionada con piedra de Jaimanitas. En esta aparece la siguiente inscripción:

“A LA INICIATIVA DEL COMITÉ 27 DE NOVIEMBRE DEL COLEGIO COLÓN Y A LA GENEROSA COOPERACIÓN DEL PUEBLO DÉBESE LA ERECCIÓN DE ESTE MONUMENTO EN MEMORIA DE LOS ESTUDIANTES INMOLADOS EN 1871. NOVIEMBRE DE 1946”.

La obra de enmarca dentro del estilo art decó y se caracteriza por formas redondeadas y ondulantes. Del mármol blanco emergen los ocho rostros de los estudiantes fusilados, cobijados por una alegoría a la Patria, en forma de un hada, o similar, que con sus cabellos flotando intenta proteger o arropar con sus brazos extendidos alrededor de los rostros de los mártires. Se considera el primer monumento a los mártires del 27 de noviembre erigido fuera de La Habana.

Monumento a los ocho estudiantes de medicina en Colón. Archivo del autor.

Casa de Federico Capdevila en Colón

En 1917 se colocó una tarja conmemorativa en la antigua casona donde vivió Federico Capdevila Miñano, en la antigua Avenida de los Presidentes, calle Diago en la ciudad de Colón. Capdevila fue un pundonoroso oficial español que defendió a los estudiantes, a riesgo de su vida, en el primer Consejo de Guerra que se les realizó. La iniciaiva fue de la Asociación de Estudiantes de Colón.

Lápida en la fachada de la casa donde vivió Federico Capdevila en Colón. Archivo del autor.

Dos instituciones

En la ciudad de Matanzas existen dos instituciones vinculadas a la salud pública que rinden homenaje al 27 de noviembre de 1871. Estas son el Policlínico Carlos Verdugo, ubicado en la zona de Pueblo Nuevo, y el Instituto Politécnico de la Salud ”Mártires del 27 de Noviembre”, que se localiza justo al lado de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. (ALH)

Policlínico Carlos Verdugo en Matanzas. Archivo del autor.

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