Este 24 de octubre se cumplieron 73 años del fallecimiento del médico matancero Filomeno Rodríguez Acosta. Personalidad de la ciencia, fue, además de un gran cardiólogo, un intelectual de avanzada.
Cursó los primeros estudios en el Colegio de los Padres Paúles de Matanzas. Muy joven se vinculó a la lucha por la independencia durante la Guerra del 95. En 1900 se graduó de bachiller en artes en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. En la Universidad de La Habana alcanzó el título de doctor en medicina en 1905.
Filomeno Rodríguez Acosta ejerció la medicina en su ciudad natal, donde desarrolló una amplia obra intelectual. Trabajó en el Hospital Santa Isabel. Fue, junto al doctor Jorge Trelles Govín, pionero en la utilización en Cuba de los metales coloidales en afecciones pulmonares. Dedicado a la cardiología, fue de los primeros médicos especialistas de país en esa rama. Su ejemplo fue continuado por su hijo, del mismo nombre.
Ingresó en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana como académico corresponsal en 1917, con el estudio “Causas que determinan un aumento de la mortalidad por afecciones cardio-arteriales”. Ascendió a numerario en 1941 con el ensayo “Evolución de la cardiología a través del tiempo: de Corvisart a nuestros días”. Fue delegado a los Congresos Médicos Nacionales de 1917, 1924, 1927 y 1939. En el VIII Congreso de Medicina de la Sociedad Panamericana, celebrado en 1938, presentó las ponencias “Formas atípicas del infarto del miocardio” y “Sobre las constantes circulatorias en clínica”.
Participó en la fundación, en 1937, de la Sociedad Cubana de Cardiología, de la que llegó a ser presidente. También estuvo entre los creadores, en 1938, de la Revista Cubana de Cardiología, que dirigió más tarde. Fue miembro titular de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana y de otras asociaciones nacionales y extranjeras de su especialidad. Fundó en Matanzas la Sociedad de Estudios Biológicos y Antropológicos en 1915 y la Asociación Cívica de Matanzas en 1917, junto a Medardo Vitier. Dejó inéditas las novelas El incompatible y El doctor Doris.
La bibliografía que publicó relacionada con la cardiología fue amplísima. Incluyó artículos en los Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana. Tal fue el caso de “Evolución de la cardiología a través del tiempo. De Corvisart a nuestros días” (1941-1942). También dio a conocer los trabajos “Estrechez mitral funcional, contribución a su estudio” (1914) y “Causas que determinan un aumento de mortalidad por afecciones cardio-arteriales (1917). Otros aportes fueron “Concepto de la fibrilación auricular, su identificación y tratamiento” (1926) y “Trastornos cardiovasculares en relación con la guerra” (1943-1944).
A su vez, la Revista Médica Cubana recogió “Un caso de aortitis palúdica” (1912) y “Estrechez mitral; estrechez mitral funcional” (1912), entre otros. En este último artículo, escrito con el médico matancero José A. Valdés Anciano, expuso una nueva teoría médica para explicar esa dolencia cardíaca.
Dos ensayos suyos sobre cardiología fueron publicados como libros en Matanzas. Fue el caso de Lesiones anatómicas del corazón de origen palúdico (1915) y La herencia como factor etiológico de las enfermedades cardiovasculares (1918). Hombre de su tiempo, también se preocupó por los grandes problemas de la ciencia, sobre todo por el tema de la evolución de la vida. En 1913 publicó la conferencia Resumen biológico de la evolución orgánica y en 1915 sus Notas antropológicas sobre el génesis del hombre y de las sociedades.
Filomeno Rodríguez Acosta falleció en La Habana el 24 de octubre de 1951. Había nacido en Matanzas, ciudad donde desarrolló una brillante obra científica, el 23 de diciembre de 1880. (ALH)
Excelente reseña sobre un gran médico de Matanzas