Más de 100 mil estudiantes se reincorporarán este lunes a las aulas en toda la provincia. Un suceso que pone un cierre al verano en familia, y a la diversión que ello implicó durante dos meses.
En ese sentido, Edilberto Casanova, director provincial de Educación, informó a la prensa que los más de 500 centros escolares matanceros disponen de los recursos imprescindibles y una acertada cobertura docente en todas las enseñanzas.
Entonces, sin duda alguna, podemos afirmar que el regreso a las aulas es un suceso que marca la vida de nuestros hijos, ¿verdad?
Son muchas, y variadas, las emociones y sensaciones que por estos días vivimos a su lado, entre el nerviosismo necesario para asegurarles todo lo que necesitan.
Es en estos días cuando no alcanzan las horas preparando uniformes limpios y planchados, los libros bien cuidados, y la mochila y demás accesorios preparados, más allá de las infaltables meriendas y el tan necesario apoyo para los almuerzos.
De su parte quizás también observemos algunas señales que nos descubren sus deseos por permanecer un poco más en casa. Un poco más de pesadumbre y nostalgia por la cama, la cercanía con la familia y las expresiones melancólicas…
En ese sentido, lo más importante es demostrarles confianza y enamorarles una vez más con la escuela y los compañeros. Comentarles sobre las nuevas aventuras que van a iniciar, y las muchísimas cosas nuevas que podrán aprender de la mano de sus maestros.
Debemos entender que para muchos niños el primer día del colegio, o el regreso a las aulas, puede ser un poco «traumático» debido al proceso de desapego y de separación de sus padres tras una época en la que probablemente no solo compartieron muchas horas en casa, sino en la que, además, no había rutinas.
Por ello es importante que encontremos un espacio con nuestros hijos en el que podamos conversar acerca de cómo se sienten con el regreso a la escuela, si les preocupa algo, o sobre qué esperan de esta nueva etapa.
También podemos reforzar sus hábitos de responsabilidad y crearles un cronograma de actividades con horarios. Muchas de esas actividades las podemos compartir juntos, y en otras, darles la libertad para que escojan cómo desempeñarse.
Es muy importante establecer rutinas de sueño que permitan un adecuado descanso. Cuando sea hora de dormir debemos asegurarnos que nuestros pequeños la entiendan y la cumplan.
Es vital, asimismo, mantener siempre una actitud positiva. Le recordamos que nuestros niños observan e imitan todas nuestras acciones, actitudes y comportamientos frente al regreso a la rutina. Y nuestras reacciones pueden ser las de ellos. ¡Atentos!
Otro buen consejo es dejar que nuestros niños elijan sus libretas y otros materiales escolares en general, porque así se sentirán más a gusto para ir a clase. También podemos motivarlos a realizar actividades extras después de clases.
Acepta sus emociones, y no le reprimas sus deseos de expresarse. Es normal que pueda sentir temor o angustia ante el regreso a las clases presenciales. Lo más importante es que seas amable con ellos. Es humano tener altibajos y cambios emocionales.
Ayudarlos a reajustarse a las actividades docentes puede tomar algunos días, pero será una tarea que nosotros, los padres, y la familia, de forma general, tendremos que cumplir con la mejor de las sonrisas.
Adaptarse de nuevo a las rutinas escolares será difícil, pero la buena noticias es que más pronto que tarde estará todo superado. Con un poco de estrategia y mucha motivación, estos primeros días pueden ayudarles para reajustar el aula y hacer del regreso a clases una gran experiencia. (ALH)