Con una experiencia de más de cuatro décadas dedicadas al estudio de temáticas relacionadas con elementos protectores, el Centro de Anticorrosivos y Tensoactivos, Unidad de Desarrollo e Innovación del Citma, perfecciona su modelo de gestión económica rumbo a nuevas formas productivas.
Adscrito a la Universidad de Matanzas, el proyecto busca insertarse en el entorno empresarial a partir de la creación de una Mipyme dedicada a la comercialización, producción e introducción de servicios.

En la actualidad disponen de una cartera bien nutrida de tecnologías y productos anticorrosivos que comercializan con sectores como la Industria, el Petróleo, el Turismo y el Transporte.
Según explica su director Harold García Betancourt “el país tiene necesidad de enfrentar el fenómeno de la corrosión, muy agresivo en nuestras condiciones, y de hacerlo con tecnologías propias para hacer frente a las limitaciones económicas. Basado en nuestro trabajo, se decidió crear una mipyme para generalizar todos nuestros productos en el país».
La planta piloto existente en el centro les da la posibilidad de consolidar los resultados de la fase I+D (Investigación + Desarrollo) y lograr transitarlos hacia la etapa de innovación y, finalmente, mediante la comercialización insertarlos en la sociedad.

“Entre las tecnologías se encuentra una disolución de fosfatado, anticorrosivo de gran demanda para la limpieza de acero, incluida este año en la Zona de Desarrollo del Mariel. También contamos con grasas de conservación muy empleadas en la industria, con mástiles asfálticos modificados con polímeros desarrollados a base de materias primas reciclables y con un impacto ambiental positivo”, añade.
Cartera de servicios: la apuesta por las soluciones
También prestan servicio científico-técnico, con sistemas de protección anticorrosiva, filosofía integral, sistémica, que trata el impacto de la corrosión en cualquier estructura o equipo a partir de un diagnóstico y utilizan varias de estas tecnologías para la conservación.

Como parte de esta cartera ofertan la protección anticorrosiva de la carrocería de los autos, cuya tecnología ya ha sido transferida a varias empresas del territorio.
«Seguir trabajando por perfeccionar todos estos procesos es nuestra prioridad, además de pensar en nuevas oportunidades de adquirir ingresos para la Universidad, el Ministerio y el país. Contamos con precios muy competitivos de acuerdo a los estándares internacionales, de manera tal, que esa pueda ser una de las razones para que los clientes decidan comprar nuestros productos y servicios».
Otra línea de trabajo son los tensoactivos con aditivos modificadores del fraguado (morteros, hormigones), muy importantes en la construcción.
La Unidad de Desarrollo e Innovación, Centro de Anticorrosivos y Tensoactivos, fundada a raíz de una iniciativa de nuestro líder histórico Fidel Castro Ruz, apuesta por el desarrollo y da respuesta a las problemáticas desde la ciencia.