Hace diez años, un diagnóstico cambió el rumbo de la vida de Yaisel Pérez Hernández: VIH.
Lo que al principio parecía un golpe devastador, se convirtió en una oportunidad para contemplar la existencia desde una perspectiva distinta y valiente.
Al inicio, Yaisel enfrentó momentos de gran tensión y estrés. El miedo, la incertidumbre y el estigma social amenazaban con consumirlo. Sin embargo, poco a poco descubrió la fuerza interior para afrontar cada desafío con serenidad y determinación. «Cuando me detectaron la enfermedad, tuve que manejar momentos de mucho estrés. Sin embargo, mi enfermedad no es una limitante para mi trabajo ni para ocupar cargos de dirección en mi municipio», afirma con orgullo.
A pesar de la fortaleza que demostraba, sobrellevar la vida con VIH no fue tarea fácil. «Salir a la calle era complicado. Pensaba que todo el mundo me miraba y me señalaba, sobre todo por ser un ejemplo para profesionales y amigos», confiesa, revelando la carga emocional que conlleva el estigma asociado a la enfermedad.
La discriminación, lamentablemente, también tocó su puerta. «En el plano familiar recibo mucho amor y apoyo. En el ámbito laboral, al inicio fue complejo». Yaisel recuerda un episodio incómodo en el trabajo, donde se sintió discriminado por su condición. Sin embargo, en lugar de dejarse vencer por el resentimiento, decidió convertir esa experiencia en una oportunidad para educar y sensibilizar a los demás. «Siempre existe la posibilidad de que las personas crean que la enfermedad se transmite de persona a persona. En esos casos, trato de enseñar y educar», explica con paciencia.
¿Cómo cambió tu vida diaria al recibir el diagnóstico?. _ Ser positivo al diagnóstico te cambia por completo. Al escuchar la palabra VIH/SIDA, pensaba en la muerte.
Yaisel se negó a sucumbir ante la desesperación y eligió ver la enfermedad como un testimonio de crecimiento personal. «Conocí a personas que llevan más de treinta años viviendo con esto y aprendí a adaptarme», afirma con admiración.
Cuidar su salud general se convirtió en una prioridad. Seguir una dieta equilibrada, realizar chequeos médicos periódicos y adherirse estrictamente al tratamiento son pilares fundamentales en su vida. «Las personas infectadas deben ser adherentes al tratamiento. Hoy en día, los retrovirales son eficaces», enfatiza, transmitiendo un mensaje de esperanza y confianza en la ciencia.
¿Qué consejo le darías a alguien que acaba de recibir un diagnóstico de VIH?
– Les diría que sean adherentes a su tratamiento, realicen chequeos médicos, mantengan una dieta adecuada y practiquen ejercicio.
El consejo del ahora Vice Intendente de la Economía del Consejo de la Administración en Unión de Reyes es un llamado a la acción, una invitación a tomar el control de la propia salud y a vivir una vida plena a pesar del diagnóstico.
La vida le regaló la oportunidad de ser miembro del equipo técnico provincial de VIH en Matanzas, una experiencia que describe como «fascinante».
A través de su trabajo, Yaisel comparte su historia, brinda apoyo a otras personas que viven con VIH y lucha contra el estigma y la discriminación.
A pesar de los desafíos, encuentra en su lucha una oportunidad para inspirar a otros. Juntos, pueden transformar el miedo en esperanza, construir un futuro más inclusivo y demostrar que vivir con VIH es posible.

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