La Estación Hidrobiológica, situada en la Ciénaga de Zapata, realiza estudios de la genética del manjuarí, su alimentación y adaptación al cambio climático.

El objetivo de la investigación, llevada a cabo de conjunto con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, es conservar este pez endémico cubano en peligro crítico de extinción.

Andrés Hurtado Consuegra, especialista de la Estación, declaró en fecha reciente a la Agencia Cubana de Noticias  que una parte de los esfuerzos se encaminan a lograr en cautiverio animales con un crecimiento más rápido, con vistas a repoblar su hábitat natural.

Según el especialista existen 43 reproductores, unos 180 animales en diferentes niveles de desarrollo, y alrededor de 3 000 larvas de manjuarí en la Estación, centro con experiencia en la conservación de las nueve especies de peces endémicos y 17 autóctonas presentes en esta área pantanosa.

El manjuarí, considerado un fósil viviente, es un pez carnívoro que ha sufrido poco cambio en su forma a lo largo de millones de años, por lo que es considerado una joya de la ictiofauna de la Isla.

Sus orígenes se remontan al período carbonífero de la era Paleozoica, hace aproximadamente 300 millones de años. Impresiona entonces cómo ha logrado sobrevivir y adaptarse a las variaciones del clima y otras condiciones adversas.

No obstante, podría desaparecer para siempre y la bibliografía científica lo recogería, en pocas palabras, como un pez que se extinguió. Si hace algo más de una década era fácil observarlo en el medio natural, en cualquier parte de la Ciénaga de Zapata, ahora ese privilegio se torna difícil.

Por suerte, estas instituciones y también muchas personas se empeñan en fomentar una cultura conservacionista a favor de su protección. (CMB)

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